La excesiva ocupación de las terrazas de los bares y restaurantes marca las prioridades del Ayuntamiento de Málaga para los próximos dos meses, en los que pondrá en marcha un plan de aviso a los establecimientos incumplidores y retirada de mesas y sillas de aquellos que no se ajusten a la ordenanza.

La delegada municipal de Promoción Empresarial, Esther Molina, explicó ayer que el viernes pasado se entregaron los primeros 16 decretos a otros tantos bares y restaurantes del Centro, que tienen esta semana de plazo para ajustar sus terrazas al espacio autorizado. De no cumplir con esta advertencia, un camión de los Servicios Operativos, acompañado de la Policía Local, procederá a la retirada de las sillas y mesas que ocupen la acera ilegalmente.

Molina recalcó que el plan que iniciaron la semana pasada tendrá una duración aproximada de dos meses, con idea de ordenar las principales zonas en conflicto de cara al verano. Así, la actuación se centrará en el Centro, El Palo y Teatinos, que es donde están los grandes núcleos hosteleros.

El objetivo es conseguir que los establecimientos reincidentes ajusten sus terrazas a los permisos concedidos. Su instrumento serán los decretos de levantamiento, que se entregan a cada uno de los negocios infractores. En ellos, se conmina al empresario a montar las sillas y mesas dentro del espacio autorizado. Inspectores de Vía Pública y la Policía Local se encargarán de la comprobar que se cumple con esta orden ya que, de no ser así, el Ayuntamiento retirará el mobiliario que no esté autorizado y se guardará en un almacén municipal. Los gastos derivados de la incautación de este material se repercutirán directamente en los establecimientos sancionados.

Molina subrayó que esta medida irá paralela a las sanciones que se están tramitando y que pueden alcanzar los 3.000 euros en las calificadas como muy graves. De hecho, recordó que hay abierto un centenar de expedientes sancionadores, que se irán concretando en multas económicas a lo largo del año. En los casos más graves de incumplimiento de la ordenanza, el Ayuntamiento prevé, incluso, la retirada de la licencia para montar una terraza.

«Las terrazas vertebran la ciudad, generan empleo, dinamizan el consumo y constituyen el elemento muy valorado por los turistas», afirmó la delegada municipal de Promoción Empresarial, quien insistió en que eso no quita que se tenga que cumplir la ordenanza para conseguir una buena convivencia.

Esther Molina insistió en que el porcentaje de empresarios que ocupan más espacio de la acera que el permitido «es pequeño» y estima que rondará el 5%. No obstante, sí reconoció que suelen ser «muy visibles», lo que genera cierta alarma social. Además, afirmó que es un fenómeno «que se ha extendido en los últimos meses por la crisis y por la Ley Antitabaco».

El concejal de Seguridad, Julio Andrade, subrayó la necesidad de reservar suficiente espacio en la acera para el tránsito de los peatones, para que se vean los comercios «y asegure el acceso de los servicios de seguridad». En este sentido, Andrade recordó que recientemente han registrado problemas para el acceso de ambulancias en el Centro por la acumulación de mesas y sillas, «la última de ellas en la calle Strachan».

Las reformas que están por llegar. El área de Promoción Empresarial tiene en marcha varias medidas que está estudiando de cara a reformar la Ordenanza de Ocupación de la Vía Pública. La delegada municipal responsable del área, Esther Molina, apuntó que se está estudiando modificar la normativa para darle «mayor flexibilización», medida que asegura «no está reñida con la seguridad y con reservar espacio suficiente para los peatones». Así, plantea la posibilidad de aceptar determinados modelos de toldos, entre otras medidas, aunque Molina aseguró que primero hay que dialogar para llegar a una medida consensuada.

Otro aspecto que están estudiando es la posibilidad de homogeneizar el mobiliario de bares y restaurantes del Centro, aprovechando la reciente declaración de este espacio como Conjunto Histórico-Artístico.

La delegada municipal de Promoción Empresarial adelantó que en breve se ofrecerá a los establecimientos la posibilidad de poner unas placas identificativas en las fachadas de sus comercios que eviten la entrada de los agentes de la Policía Local para pedir la documentación «y que suele incomodar a muchos hosteleros cuando hay clientes», reconoció el edil de Seguridad, Julio Andrade. Estas placas estarían diferenciadas por colores, en función del tipo de establecimiento en el que estén colocadas. Además, incorporaría una serie de datos básicos como número de licencia, de autorización de terraza, horario y número de sillas y mesas permitidos, facilitando la inspección.