Una sala de yoga ha organizado unas jornadas de meditación en un museo que buscan que los participantes entren en contacto con el arte para aumentar la creatividad y la realización o espíritu práctico para encontrar salidas a la crisis hacia la prosperidad.

El entorno del museo permite fomentar uno de los principales valores de la sociedad, la inventiva que nos ayuda a encontrar alternativas en una situación tan cambiante en la que vivimos.

Esta actividad organizada por la Asociación YogaSala Málaga y el Museo del Patrimonio Municipal pretende activar el valor de las personas en la sociedad y la economía, porque "no toda la economía es dinero, sino que es importante el capital humano", ha informado a Efe Joaquín García Weil, coordinador de la actividad.

El espíritu de los organizadores reside en la idea de restituir el poder a las personas para que dejen de considerar que la situación que se vive a nivel social e individual no depende de ellos, sino que está en manos de entes superiores como los mercados, ha expresado García Weil.

Ha añadido que estas jornadas, cuya primera sesión ha tenido lugar hoy y continuarán el 31 de mayo y 14 de junio, no sirven "para encontrar soluciones definitivas a la crisis, sino para motivar la búsqueda permanente ante los retos que vivimos".

Más de 100 personas se han unido hoy a la actividad "Darshan", palabra que en sánscrito significa espectáculo espiritual, en la que un monje zen, una bailarina, una cantante de mantras, un músico y cuatro practicantes de yoga se reúnen en un escenario al que pronto se incorporan más participantes.

Estas jornadas han sido el fruto de una actividad que se organizó en el mes de febrero denominada "Meditadores ante la así llamada crisis", celebrada para superar el fatalismo en la sociedad.

Ante la elevada demanda de esta primera actividad por parte de los participantes, la sala donde celebraron la sesión de febrero se quedó pequeña y muchos asistentes no pudieron participar, por lo que han tenido que buscar un espacio más amplio.

El coordinador está sorprendido del éxito de la actividad "que ha movido a decenas de personas" cuando lo han preparado sin presupuesto "salvo un catering de agua y la publicidad con unos cuantos folletos y carteles hechos en una fotocopiadora".