Sarampión, tos ferina y escarlatina. Son enfermedades ya «olvidadas» o «superadas» pero que han reaparecido. Los centros de salud de la provincia de Málaga han detectado un repunte de casos de estas enfermedades en niños que se creían controladas o erradicadas. La clave en la aparición está tanto en la relajación en la vacunación de la población autóctona -sobre todo determinados núcleos- como en el contacto con países del extranjero en los que o bien no se cuentan con el mismo calendario vacunal o se registran enfermedades que en nuestro territorio han quedado atrás.

Además se están detectando en niños casos de otras enfermedades ya erradicadas, pero en menor medida, como la sarna, y se observa un aumento más que significativo de los piojos, que aunque han sido unos habituales en colegios y guarderías se presentan ahora con mayor agresividad y virulencia. De hecho éstos se han hecho inmunes y resistentes a los tratamientos tradicionales, por lo que los facultativos están empleando sustancias más agresivas. Así lo han manifestado diversos médicos y pediatras de Atención Primaria a este periódico, que son los que ven a diario y tratan con estos nuevos casos y enfermedades.

Un brote de sarampión. El repunte más significativo de entre todas ellas es, sin duda, el que ha experimentado el sarampión. De hecho, el brote detectado en 2011 ha llegado a ser calificado por los profesionales como «muy importante» con casos «graves» en Málaga. Concretamente los enfermos se multiplicaron por diez en 2011 en toda España en relación a 2010 con entre 1.500 y 2.500 casos en el pasado año. La mayoría han sido niños.

En este punto, el reconocido pediatra de Málaga Manuel Capiscol, que atesora una dilatada trayectoria y experiencia, explica que hace 20 años sí se veían casos de sarampión pero ahora estaba erradicado. «Es llamativo ese incremento de casos, una enfermedad que se consideraba erradicada. Ahora aparecen estos cuadros e incluso es difícil diagnosticarlo porque ya no se daban. Ha habido numerosos casos en Madrid, en Granada, en Málaga menos, pero también van en aumento», comenta.

Algo similar es lo que está ocurriendo con la escarlatina. «Hace mucho tiempo que no la veíamos y ahora nos encontramos de nuevo con casos», indica. Las causas son básicamente las ya mencionadas, una relajación en la vacunación o la llegada de estos virus y bacterias de personas de fuera. Tanto Capiscol como el portavoz de Atención Primaria del Colegio de Médicos de Málaga, Enrique Vargas, puntualizan y matizan que no se trata en ningún caso de enfermedades alarmantes ni de un incremento que deba preocupar a la población, pero es una realidad que se están produciendo.

De hecho, Vargas subraya que los centros de salud están procediendo a una búsqueda activa de las familias que no vacunan a sus hijos, para controlar así aún más estos brotes. «LLevamos sin escarlatina años, quizás diez años y ahora se ven casos», corrobora también Enrique Vargas.

Sarna y tuberculosis en adultos. En lo que respecta a adultos se están recibiendo casos de sarna y un repunte también de la tuberculosis. En este último caso sobre todo se da en pacientes extranjeros o en población inmunodeprimida. «Hace diez años no se veía tuberculosis», indica Vargas.

Control de Salud. A pesar de estos aumentos o estas diferencias en el comportamiento, Yolanda González, jefa del Servicio de Salud Pública de la Delegación de Salud en Málaga, explica concreta y técnicamente esta realidad, cuya lectura en relación al Sistema de Vigilancia Epidemiológico de Andalucía puede diferir ligeramente.

Epidemiológicamente la única enfermedad de la que puede considerarse que existe un brote es el sarampión, «ya que es verdad que después de muchos años con incidencias mínimas e incluso ausencia de casos de esta enfermedad, en los dos últimos años se han declarado en varias comunidades autónomas, entre ellas Andalucía, brotes de sarampión. Esto refleja una circulación del virus enmarcada en una extensa onda epidémica que desde 2008 existe en diferentes países europeos».

Evolución del sarampión. La última gran onda epidémica de sarampión en Andalucía se produjo en el año 1986, alcanzándose una tasa de incidencia de 1.007 casos por 100.000 habitantes en la comunidad autónoma y de 1.344,5 por 100.0000 habitantes en Málaga. En los años siguientes, la incidencia decreció progresivamente siendo 1990 el último año epidémico en la provincia con 2.925 casos y una tasa de 230,6. Desde 1997 la incidencia de sarampión descendió a valores muy bajos.

En 2011 se declararon en Málaga unos 30 casos de sarampión, estando relacionados la gran mayoría de ellos con el brote de Sevilla ese mismo año. En 2012, hasta ahora, se han declarado 4 casos, lo que, hasta la fecha, indica una situación en Málaga de normalidad.

La aparición de estos casos de sarampión se debe a la existencia de una mayor circulación del virus del sarampión en España y Andalucía y a la existencia de bolsas de población no protegida, declara González.

Tos ferina y escarlatina

«El caso de la tos ferina es distinto ya que periódicamente tenemos años en el que se declaran un mayor número de casos, en lo que influye la propia característica de la enfermedad y la eficacia de la vacuna. En 2012 llevamos 14 casos declarados, dato que epidemiológicamente se considera una situación esperada», comenta la jefa del Servicio de Salud Pública de la Delegación de Salud en Málaga.

En cuanto a la escarlatina, Yolanda González explica que no es una enfermedad de declaración obligatoria por lo tanto sólo se declara en el caso que se produzca una acumulación de enfermos relacionados. En este sentido, especifica que en los últimos cinco años no ha sido declarado ninguno en la provincia. «Hay casos aislados que no requieren ningún tipo de intervención que no sea el tratamiento individual de éstos», comenta.

Las causas. La aparición de este brote de sarampión se enmarca en la existencia de una mayor circulación del virus en España y Andalucía (hay una extensa onda epidémica en Europa que afecta a varios países) y la existencia de bolsas de población no protegida.

Así afecta a niños menores de 15 meses que por su edad todavía no han sido vacunados -este año 2012 se ha modificado el calendario vacunal de Andalucía y se ha adelantado la primera dosis de la vacuna a los 12 meses-; a niños en edad escolar que no han completado la vacunación correctamente (la 2ª dosis es a los 3 años); poblaciones marginales no vacunadas o grupos contrarios a la vacunación por motivos culturales, religiosos, etc.

González subraya además que las enfermedades sujetas a calendario vacunal en lo que respecta a su gravedad es muy variable y precisa que todas implican un riesgo, en unos casos realmente alto como puede ser la poliomielitis o el tétanos y en otros casos como el sarampión, aunque la mayoría se resuelven satisfactoriamente, no se pueden descartar complicaciones. En cuanto a la escarlatina subraya que antiguamente fue una enfermedad grave en los niños que actualmente se trata con antibióticos y es fácilmente curable.

La experta afirma además que todas las enfermedades incluidas en el calendario vacunal son enfermedades de declaración obligatoria y por lo tanto los médicos, cuando las diagnostican, las declaran al Sistema de Vigilancia Epidemiológico de Andalucía. Ante la declaración de los casos lo primero que se hace además de tratarlo, es revisar el calendario vacunal del enfermo y de su circulo familiar o de contactos mas estrechos y proceder a la administración de las vacunas correspondientes. «Es fundamental mantener coberturas vacunales muy altas en la población», incide. Para ello las actuaciones de vacunación en los centros escolares se han intensificado este curso y el pasado para evitar la circulación del sarampión.