Acusados de formar parte de un grupo de ideología radical de izquierdas y de agredir a personas de ideología de ultraderecha han negado que pertenecieran a un movimiento llamado Red Skin y que estuvieran en el Paseo de los Curas de la capital la noche en la que ocurrieron los altercados con el otro grupo, el 8 de febrero de 2009.

La Sección Primera de la Audiencia de Málaga ha comenzado este lunes el juicio contra 15 jóvenes acusados por la Fiscalía de Málaga de ponerse de acuerdo para ir a ese lugar sabiendo que estaba un grupo de personas de ideología derechista o Skin Head y presuntamente agredirlos de manera violenta y utilizando medios "lesivos". La vista oral sigue este martes.

Los acusados han coincidido en que no son ciertos los hechos por los que se les acusa y en que ese día estaban en otros lugares, pero no en el Paseo de los Curas. También han asegurado que no pertenecen a Red Skin, que sólo conocen como grupo o movimiento musical, y que no han intervenido en reuniones de este colectivo.

Preguntados por si habían participado en manifestaciones antisistema, lo han negado, asegurando, algunos, que sólo han participado en manifestaciones legales, como la del 1 de mayo o contra la guerra. Han señalado que fueron detenidos quizás porque los identificaron algunos de los perjudicados, apuntando varios procesados que habían tenido problemas previos con éstos.

Algunos de los acusados se conocen entre sí, según han indicado en el plenario, pero han negado haber mandado o recibido mensajes relacionados con los hechos. Las defensas han planteado varias cuestiones previas, entre ellas la vulneración de derechos fundamentales por el volcado de los teléfonos móviles de los procesados.

La Fiscalía de Málaga sostiene que los acusados agredieron al otro grupo de personas "de manera violenta y utilizando medios extremadamente lesivos, como puños americanos, defensas extensibles, bates de béisbol, hachas y cuchillos", además de que, según el escrito inicial, les insultaron y amenazaron con expresiones como "fachas de mierda, os vamos a matar".

El ministerio público considera en sus conclusiones iniciales, a las que tuvo acceso Europa Press, que lo hicieron "como integrantes" de un grupo de ideología radical de izquierdas, cuyos principales cabecillas son dos de los acusados. En total, según el ministerio fiscal, son seis los jóvenes que resultaron perjudicados de distinta consideración y tuvieron que huir del lugar.

Así, el fiscal relata que los acusados agredieron a uno de los jóvenes que fue "golpeado en la cara con una botella de cristal vacía"; mientras que otro "recibió por la espalda varios golpes en la cabeza", aunque logró introducirse en un taxi, con dos amigos más, vehículo que sufrió daños supuestamente a consecuencia de estos hechos.

Otro de los lesionados fue empujado al suelo, cayó y allí, supuestamente, recibió golpes con una botella y con cadenas, señala la acusación pública; además de pisotones y puñetazos, mientras que otro fue agredido con un bate de béisbol y otro fue perseguido, arrojándole "objetos y piedras", según la calificación provisional de la Fiscalía.

En total, el fiscal solicita 154 años de prisión. A todos los procesados se les acusa por un delito de asociación ilícita, a los supuestos cabecillas, como directores del colectivo y al resto, como miembros activos del grupo. Asimismo, se acusa a todos por dos delitos de lesiones, por una falta de lesiones y por tres de maltrato.