La idea original la tuvo el argentino Jorge Gómez, un industrial que quiso unir su pasión por los coches y el arte encargando a conocidos artistas y arquitectos sudamericanos que desplegaran su imaginación en los capós de unos porsches 911 GT2.

«El comentario que más se ha oído es que esto es algo diferente», explica Rafael Franquelo, jefe de ventas del Centro Porsche Málaga, del Grupo Guarnieri, en la avenida de Velázquez, 470. Desde el mes pasado en el concesionario malagueño comparten espacio los coches de la famosa marca con la exposición de capós artísticos de la Colección Gómez, una muestra que llega por primera vez a España después de visitar, en invierno, los cuarteles generales de Porsche en Stuttgart.

Cada capó de un Porsche 911 GT2, cuenta Rafael Franquelo, puede costar unos 500 euros, pero el valor extra se lo da el trabajo artístico, con obras como Estructura de velocidad, de Pablo Atchugarry, un capó blanco con una aerodinámica estructura de hierro negro o El sembrador, de Eduardo Hoffman, que ha plasmado una gigantesca huella dactilar circular.

Viejas llantas, acrílico, espray, luces de neón o una reproducción del personaje de tebeos y dibujos animados Astroboy... todo puede expresarse en la lámina de acero del 911. Como recuerda Rafael Franquelo, el resto de la colección, siete capós, se exponen en el concesionario de San Pedro Alcántara y entre ellos hay una alegoría de Maradona en la que el artista expresa las filias y fobias que desprende el personaje. Aunque para símbolos de Argentina, en el concesionario de la avenida de Velázquez puede verse un impresionante capó que homenajea a Evita Perón.

Y no todo se reserva a primeros espadas de la expresión artística, arquitectos argentinos como el veterano Clorindo Testa comparten espacio en la colección Gómez con tres estudiantes de Bellas Artes que han realizado un homenaje a Klimt con un capó lleno de guiños al artista austriaco.

La colección Gómez ha podido verse en el Centro de Málaga en el palacio de Trinidad Grund durante la pasada Noche en Blanco, con la colaboración entre otras entidades de la Fundación Málaga, y como explica el jefe de ventas del Centro Porsche Málaga, el éxito ha sido rotundo. Tras su paso por la avenida de Velázquez, estas obras de arte estarán expuestas del 31 de mayo al 3 de junio con motivo de la Marbella Luxury Weekend.

Una colección tan peculiar también tiene en el resguardo sus buenas anécdotas. Un capó que no se exhibe en Málaga es uno encargado por el industrial a Marcia Schvartz. La artista, por cierto, no siguió las directrices de Jorge Gómez €que eran pintar una cabaretera€ sino que pintó, de motu proprio, la figura del Gauchito Gil, un personaje de la religiosidad popular. A la mala noticia del cambio de rumbo artístico se sumó que el capó lo había pintado al revés.

El propio coleccionista contó en la presentación de la muestra en Málaga que le advirtieron de que no expusiera al Gauchito Gil como el resto de obras, es decir, que no podía exponerlo de cabeza porque traía mala suerte.

Ante tanto contratiempo, decidió sacarlo de la colección y exponerlo en la sala de juntas de su empresa. Finalmente el capó marchó a la muestra de Stuttgart pero lo cierto es que desde que se colocó en la sala de juntas, la empresa no dejó de crecer. El capó del Gauchito Gil se convirtió, a pesar de tanto problema, en el más especial de esta colección que puede admirarse en Málaga y San Pedro Alcántara hasta mediados de la semana que viene.