El Ayuntamiento de Málaga actualizará su software en estos meses. El Centro Municipal de Informática (CEMI) ha convocado un concurso para la adquisición de las licencias de Microsoft para disponer de cinco de sus productos más populares. No será una compra barata. Presupuesta un gasto de 500.000 euros, que le permitirán la compra de paquetes de ofimática, gestión de correo electrónico y servidores.

El objetivo es renovar un software que se ha quedado obsoleto, ya que el Ayuntamiento trabaja actualmente con las versiones de estos programas de Microsoft comercializadas en 2003. Con el concurso en marcha, se adquirirán las licencias del Office Standard 2010, ProPlus 2010, Windows Server 2008 Enterprise, Exchange Server Enterprise 2010 y el Windows Server CAL 2010.

No obstante, el gasto de 500.000 euros en licencias pone sobre la mesa la idoneidad de acudir a este tipo de software con licencia sobre otro libre, al estar basado en Linux. El concejal de Innovación, Mario Cortés, reconoce que «es más barato a largo plazo, pero requiere de una inversión inicial muy importante y de formación a los funcionarios». Cortés indicó que se está recurriendo a este tipo de programas en algunos servicios municipales, como en Gestrisam «pero para gestiones internas y que no son utilizados por los funcionarios».

El edil de Innovación afirmó: «Software libre no significa gratuito, porque también tienen su coste en el mantenimiento, implantación y en las actualizaciones». De cara al futuro, en cambio, no descarta que se migre a este tipo de programas, en la medida que la situación económica mejore.

Experiencia libre. El uso en la administración de programas que no necesitan de licencias no es algo extraño. La Consejería de Educación aplica este tipo de software desde 2003 en los ordenadores de los colegios. Un responsable del programa 2.0 de la Delegación de Educación, Juan Antonio Gallego, explica que cuentan con 120.000 ordenadores repartidos en los colegios de la provincia entre alumnos y profesores: «Sería inviable utilizar programas con licencias, el coste sería tremendo».

«El único coste que tenemos ahora es si queremos una aplicación personalizada, como es el caso de Séneca, aunque es el mismo coste para Linux que para Windows», explica este responsable, quien asegura que las actualizaciones también son gratuitas. Además, la compatibilidad es total «y sólo hay que pedir que el hardware sea compatible con Linux», apunta.