«Vive con seguridad quien hace lo que puede sirviendo». El nuevo jefe provincial del Cuerpo Nacional de Policía en Málaga, el comisario principal Pedro Garijo Torres, cerró ayer su discurso de toma de posesión evocando al rondeño Vicente Martínez Espinel, célebre escritor y músico del Siglo de Oro que como él pasó un tiempo en Zaragoza. Lo hizo al olor de una biznaga y ante la bandera verde y morada, bajo la firme convicción de adaptarse e integrarse en la ciudad y en la provincia lo antes posible. Con guiño cofrade, ofreciendo su hombro y pidiendo el de todos para levantar el trono de los tiempos difíciles. Su objetivo, «mejorar la calidad de vida de los malagueños».

Garijo, hasta ahora número dos de la Jefatura Superior de Aragón, juró su cargo en el patio de la Comisaría Provincial, arropado por su predecesor y ahora jefe superior de la Policía en Andalucía Oriental, el malagueño Francisco Arrebola, que le dedicó los elogios propios de un compañero y amigo con el que compartió destino en Barcelona a finales y principios de siglo. «Tiene la capacidad de trabajo que exige un destino como éste», afirmó el jefe superior antes de pedir a sus antiguos compañeros, a la judicatura y a los agentes sociales el mismo apoyo que él siempre recibió en Málaga. Y Garijo le tomó la palabra asegurando que viene a Málaga porque sabe que aquí «hay mucho trabajo».

La delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, destacó la apuesta del Gobierno por Garijo, que según los datos que aportó llega a Málaga después de que durante el primer trimestre del año descendieran los delitos y las faltas un 3%.

Por su parte, el nuevo comisario de Marbella, Daniel Salgado, también juró su cargo después de que su predecesor, Hermes de Dios, fuera relevado del puesto. El Ministerio del Interior le expedientó por investigar al vicepresidente madrileño, Ignacio González, en relación con la supuesta trama de espionajes en la Comunidad de Madrid y Salgado se refirió a este polémica. «Los últimos acontecimientos han vuelto a poner a la Comisaría de Marbella en el ojo del huracán, considero que injustamente», dijo. De ahí que uno de sus objetivos sean que «no se hable de la Comisaría», añadió. Procurará que no se convierta en un «tópico desafortunado». El nuevo jefe de Marbella aseguró que tiene el compromiso de permanecer al menos tres años en su nuevo puesto. A la toma de posesión, asistieron la alcaldesa, Ángeles Muñoz; la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, y el subdelegado del Gobierno en Málaga, Jorge Hernández-Mollar.