Ha pasado un año desde las últimas elecciones municipales y el Ayuntamiento de Málaga, pese a la dureza de la crisis, mantiene la prestación de servicios públicos de calidad e incluso ha añadido nuevos al sumar los equipamientos municipales recién incorporados: desde el Museo Thyssen hasta el centro ciudadano Haza Carpintero pasando por la incubadora Promálaga Coworking, por citar tres ejemplos concretos.

El municipio de Málaga, al sur del sur, paga a sus proveedores en 32 días. Comparar con otros países ayuda a valorar el mérito y esfuerzo que supone cumplir en ese corto plazo. Recurro para ello a un recorte de prensa (Cinco Días, 28/11/2011): La administración alemana paga en 35 días, como la sueca; la danesa, en 37; la holandesa, en 47, como la británica; la austriaca, en 49, como la irlandesa. En la Unión Europea, sólo Finlandia, en 24 días, nos supera. Mientras, la media española se sitúa en 153, una cifra demoledora por lo que conlleva: destrucción de puestos de trabajo. La mejor manera que un ayuntamiento tiene de contribuir al mantenimiento del empleo es pagar pronto a quienes le sirven. Y la posición del nuestro quedó de relieve en marzo, cuando no tuvimos que acogernos al plan de pago iniciado por el Gobierno central para saldar deudas atrasadas con proveedores.

Moderación fiscal. Hacemos compatible nuestra incontestable solvencia, fruto de la austeridad (en 2011 ahorramos más de 27 millones de euros en gasto corriente), con una moderación fiscal ejemplar. Recordemos que los impuestos y tasas municipales se congelaron en 2010 y 2011 (subida cero) y tanto este año como en 2009 se revisaron con el IPC. La cuota media del IBI de Málaga ascendió el año pasado a 335,57 euros. En Sevilla, Murcia, Valencia o Zaragoza es el doble (véase Expansión, 19/05/2012). Dicho de otra manera, un malagueño paga (desde este año, si lo requiere, fraccionado en cuatro plazos) menos de la mitad de IBI que un sevillano. Entre 2008 y 2012, el Ayuntamiento de Málaga ha concedido más de 160 millones de euros en beneficios fiscales y ayudas en los tributos porque no hay mejor sitio para el dinero que el bolsillo de los ciudadanos, el único lugar desde donde se podrá reactivar la economía.

Ahora, al disponer todas las administraciones de menos recursos, hay quienes señalan repetidamente una evidencia: escasean las inversiones multimillonarias, las grandes obras, los proyectos considerados emblemáticos. Es cierto, pero el esfuerzo de todos estos años de gestión municipal eficaz está a la vista y ha hecho ciudad: más de 2.000 millones de euros (sólo un tercio procedente de préstamos) invertidos en una década han transformado Málaga dotándola de miles de viviendas protegidas, miles de plazas de aparcamientos de rotación y para residentes, decenas de campos de fútbol, piscinas, museos, kilómetros de carriles-bici, centros sociales, mercados, bibliotecas, guarderías, zonas verdes, incubadoras de empresas... Me ciño a enumerar lo más destacado de nuestro trabajo; un listado exhaustivo daría para muchas páginas de este diario.

Más con menos. Como afirmé al constituirse la Corporación, en junio de 2011, toca hacer más con menos. No se trata de frenar en seco, sino de rendir mejor, ser más productivos y eficientes. El bulevar (sobre el soterramiento de las vías del AVE) es buena prueba de ello: a finales de diciembre comenzaron las obras, que suponen más de 12 millones de euros y cerrarán la cicatriz que divide los distritos de Carretera de Cádiz y Cruz de Humilladero. También hemos culminado la rehabilitación de la plaza de la Merced. Vamos a edificar un millar de VPO junto a la Universidad. Y no renunciamos a que durante este mandato se comience al menos el primer tramo de la integración del río Guadalmedina en la ciudad (en verano conoceremos los mejores proyectos de entre los presentados al concurso de ideas promovido por la Fundación Ciedes).

Esta misma semana hemos dado a conocer el destino del remanente positivo de 2011. El rigor en las cuentas da sus frutos: cosechamos más recursos para políticas sociales, actuaciones en distritos, empleo y dos proyectos de ciudad en los que queremos colaborar por entender que nos corresponde hacerlo. Igual que hemos venido ofreciendo nuestra aportación al Gobierno cuando el presidente era José Luis Rodríguez Zapatero, se la brindamos al Gobierno del PP, con Mariano Rajoy al frente, para dar un empujón a los Baños del Carmen; y aunque el Campamento Benítez sea cosa de la Junta, ahora cogobernada por PSOE e IU, aquí está el Ayuntamiento.

Benítez y Baños del Carmen. Para las obras de acondicionamiento del Campamento Benítez disponemos de un millón de euros; para el acondicionamiento de los Baños del Carmen, de más de medio millón. Como publicó La Opinión (23/04/2012), hemos aceptado gestionar en su inicio el parque del Benítez con tal de no demorar más su anhelado uso ciudadano. Pero partiendo de una premisa elemental: es la Junta quien deberá completar las inversiones y ocuparse en el futuro de su mantenimiento al tratarse de un equipamiento claramente metropolitano (así lo define el Potaum). Si en Sevilla es la administración autonómica la que sostiene el parque del Alamillo (accedan a la web www.parquedelalamillo.org y verán el sello de la Empresa Pública de Suelo de Andalucía, dependiente de la Consejería de Fomento y Vivienda), Málaga merece el mismo trato, sin regateos.

El remanente supera los 8,8 millones de euros, de los cuales 660.000 son para microactuaciones en los 11 distritos (la creación de un nuevo distrito, Teatinos, es otra de las cosas hechas este último año); 100.000 euros, para mejorar instalaciones deportivas; 50.000 €, para parques caninos; 35.000 €, para parques infantiles; 70.000 €, para incubadoras de empresas; 147.000 €, para un campo de fútbol destinado a personas con discapacidad visual; 100.000 €, para elaborar proyectos, estudios e informes de la Oficina de Infraestructuras, pues es hora de planificar, para que cuando llegue el próximo ciclo económico haya en cartera ideas bien armadas.

Referencia internacional. Somos una ciudad capaz, cada vez más una referencia, cuyo rumbo está definido en el plan estratégico: cultura, turismo y tecnología. En materia cultural, la evolución de Málaga ha sido exponencial; en el plano turístico, crecemos por encima del 10%; en lo relativo a tecnología, la apuesta cuaja. IDC ha elegido a Málaga como la ciudad más inteligente de España, la única del país escogida por la Fundación IBM para desarrollar el programa Smarter Cities Challenge, pionera en ecoeficiencia a través del proyecto SmartCity y Zem2All (el miércoles se presentó la iniciativa, respaldada por el Gobierno de Japón a través de NEDO, que traerá a la ciudad 200 vehículos eléctricos en pruebas); Málaga Valley continúa consolidándose hasta el punto de acoger EmTech Spain (MIT´s Technology Review) anualmente hasta 2014. Todo ello para alcanzar el más importante de los objetivos: reducir una tasa de paro inadmisible, crear las condiciones para que nuestros más de 70.000 ciudadanos sin empleo puedan acceder al mercado laboral.