El sueldo medio de los trabajadores malagueños por cuenta ajena, que viene sufriendo una tendencia a la baja desde que estalló la crisis, seguirá experimentando una contracción durante al menos los dos próximos años, según afirman varios expertos, que aluden a las rebajas de salarios de entre el 5% y el 10% que muchas empresas afectadas por la crisis y la bajada del consumo están imponiendo a sus trabajadores de la mano de la Reforma Laboral. Todo eso al margen de los ajustes de sueldos que las administraciones están aplicando a los empleados públicos. Estos descensos se unen a la pérdida de un 2% del poder adquisitivo que se han producido por las moderaciones salariales, casi siempre por debajo del IPC entre los años 2007 y 2010, según calcula por otro lado el sindicato CCOO.

En este tiempo, la diferencia entre los salarios brutos declarados en Málaga y los de España ante Hacienda ha crecido en casi 3.000 euros al año. Recordando números, cabe recordar que en 2010 el salario anual declarado por los contribuyentes malagueños se situó en 16.199 euros brutos, lo que representaba sólo el 84,7% del salario tipo de los españoles, que va a los 19.113 euros. En el año 2007, antes de la crisis, el sueldo de trabajador malagueño llegaba al 86,5% de la media nacional.

El descenso es leve pero inexorable y tiene visos de continuar, según apunta el secretario técnico de CCOO, Antonio Turmo. Durante este tiempo, además, el porcentaje de trabajadores malagueños que ingresan por debajo del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) ha subido del 31% al 38%, mientras que los asalariados que no pasan de los 1.000 euros mensuales crecen del 50,8% al 53%.

Congelación y ajustes

El secretario general y director de Comportamiento Humano en las Organizaciones del Instituto Internacional San Telmo, Antonio Hidalgo, ve «indudable» que tras años de congelaciones de sueldo en los convenios de empresa estamos ahora en una fase de ajuste de salarios, más centrado a su juicio en los trabajadores de pequeñas y medianas empresas, y no tanto en el staff directivo.

Hildalgo afirma que esta dinámica se acentuará con la Reforma Laboral, que facilita a las empresas modificar las ondiciones sustanciales de trabajo €salario, horario, jornada€ apelando a las condiciones del mercado y a la evolución de las ventas. «No es algo exclusivo de España. Alemania ya lo hecho. De lo que se trata es de que las empresas puedan recurrir a esta flexibilidad antes que a los despidos. Siempre se ha dicho que en España era más fácil despedir que bajar el sueldo, y eso debe cambiar», comenta.

Para este experto, la clave debe ser la mejora de la competitividad de la economía, un factor sobre el que invita a reflexionar a aquellos que se preguntan cómo pueden bajar unos sueldos como los españoles, que son de los más bajos de Europa.

«Siempre decimos que en otros países se gana más pero lo que hay que ver es que también las empresas ingresan más por el trabajo de sus empleados. Y no se trata de echar más hora, sino de que en España tenemos que trabajar menor, organizar mejor las tareas y reducir lacras como el absentismo. Todo esto es responsabilidad tanto de las empresas como de los trabajadores», apunta.

A su juicio, una de las claves debe ser aumentar el porcentaje de retribución variable existente en el sueldo de los españoles ligándola a consecución de objetivos, aunque de forma razonable.

«No hay por qué llegar al porcentaje de las personas que trabajan como comerciales, y que tiene hasta un 50% de su sueldo ligado a objetivos, pero entiendo que un trabajador normal sí debería tener un 10%-15% de salario vinculado a su producción y un jefe o directivo entre un 25% y un 30%», añade.

El bajo consumo, clave

Por su parte, el decano del Colegio de Economistas de Málaga, Juan Carlos Robles, afirma que los salarios están moderándose en aras de la competitividad, pero añade que es el brutal descenso de las ventas y el consumo el motivo principal de que las empresas planteen recortes salariales. «No hay ventas y la empresa no puede mantener a sus empleados, pero como ya se ha llegado a mínimo de trabajadores para ser operativos, ahora lo que se están haciendo son ajustes salariales», confirma.

Lo malo, como advierte, es que la estructura de salarios en España ya es de por sí baja, por lo que este descenso traerá aparejada nuevas caídas del consumo. «No se pueden reducir salarios, subir impuestos y pretender que la economía se recupere», señala el decano de los economistas, que reclama al Gobierno medidas como la bonificación de las cotizaciones que las empresas paga a la Seguridad Social. Robles también es de los que apuestan por reestructurar los salarios en España, incrementando el peso de la retribución variable por incentivos y ligando la revisión anual de los sueldos a la evolución de la empresa y no al IPC.