Si el año pasado fue el 15-M, con sus concentraciones y críticas al Gobierno y al sistema democrático, este año parece que son las organizaciones sindicales las que han cogido el toro por los cuernos, para lo que han optado por dar guerra en primavera. Critican la pérdida de derechos y oportunidades laborales de los empleados públicos, y alertan de que la bajada de salarios y complementos les hará perder poder adquisitivo.

En cuestión de horas ayer tuvieron lugar numerosas concentraciones, en concreto seis, aunque una de ellas, la sanitaria, se extrapoló a varios hospitales y centros de salud de la provincia.

Educación. Una de las concentraciones más significativas fue la del Rectorado de la Universidad, donde alumnos y trabajadores protestaron por el aumento de las tasas universitarias, la carga lectiva para el profesorado o el descenso del 25% del presupuesto en investigación.

Antes, el Consejo Económico y Social de la Universidad, compuesto por sindicatos, políticos, consejeros y la propia rectora, Adelaida de la Calle, decidieron en pleno emitir un informe contra los reales decretos que atacan a «la universidad pública».

La responsable sindical de CCOO en la UMA, María José Rodríguez, criticó que llevará a un aumento «brutal» de las tasas, desde la primera matrícula de un 15 a un 25%, de la segunda de un 30 a un 40%, de la tercera de un 60 a un 75%, y de la cuarta de un 90 a un 100%. «Aparte, las becas descenderán un 11%», añadió. Por este motivo, señaló que con este sistema de becas sólo podrán acceder a la Universidad los hijos de la clase no trabajadora. «Pretenden mantener una universidad de elite», dijo.

Así, se congratuló de la actitud de la rectora, también responsable de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE). «Está teniendo una labor intachable en la lucha de la defensa del sistema público», dijo. Por parte del sector educativo también hubo una protesta en la puerta del Edificio de Usos Múltiples €el Edificio Negro€, donde CCOO y UGT reunieron a trabajadores de la Delegación.

Sanidad. Pero sin duda, las concentraciones por una sanidad de calidad fueron las que más gente concentraron en la jornada de ayer, con más de 3.000 personas en toda la provincia. Más de 1.400 personas en los centros de atención primaria y unas 1.800 en los hospitales pararon durante 10 minutos.

Rafael González, responsable de CCOO en el ramo, manifestó que las medidas prevén una reducción del horario del personal interino y descuentos en los salarios de los profesionales, «lo que va a provocar un aumento de las listas de espera, la parada temporal de muchas áreas de los centros hospitalarios y un colapso de las urgencias». Desde el sindicato de enfermería Satse en el Hospital Clínico, sus responsables reunieron a más de medio millar de trabajadores para rechazar los recortes de la Consejería de Salud.

Por su parte, los trabajadores del Área Sanitaria Serranía de Ronda cortaron ayer durante unos minutos la carretera de la circunvalación, la principal vía de acceso a la ciudad, para protestar contra los recortes que se pretenden llevar a cabo a nivel autonómico y local, y que afectarían tanto a pacientes como a trabajadores sanitarios.

Servicios Sociales. También se manifestó el sector del Bienestar Social, en concreto los trabajadores de la Agencia de Servicios Sociales y Dependencia de la Junta de Andalucía. «Pretenden someternos a un recorte salarial de un 20% y somos trabajadores que tenemos sueldos por debajo de los 1.000 euros», lamentaron.

Justicia. Además, más de 700 trabajadores se reunieron ayer en la Ciudad de la Justicia de Málaga para protestar por el descenso de sus salarios. «Dado que nuestro salario es decidido por el Gobierno central, el único complemento sobre el que la Junta de Andalucía tiene competencias se nos va a rebajar más del 40% en lo que resta de este año, produciéndose un agravio comparativo con los demás compañeros de la Junta, pues a ellos se le retiene el 5% de su salario, pero a nosotros el 40% del complemento que nos abona», informó Staj Málaga. Desde SPJ-USO, criticaron lo que consideran un nuevo ataque al colectivo. «Vamos a estudiar medidas de protesta».