La fusión entre Unicaja y Caja España-Duero estará concluida previsiblemente «en términos jurídicos» a principios o mediados de otoño, según comentó ayer en Valladolid el presidente de la entidad malagueña, Braulio Medel tras celebrar una reunión con el presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, y con el presidente de la propia Caja España-Duero, Evaristo del Canto.

Sobre el tema de posibles nuevas fusiones, Medel confirmó también que «están en conversaciones» con otros grupos financieros por si en un «futuro potencial» decidieran crear un ente más amplio, si bien insistió en que «no hay acuerdos ni preacuerdos» en ese sentido. No obstante, reiteró que si se vieran proyectos que sirvieran para mejorar la atención a los clientes, los territorios y los empleados, para ellos no sería ya una posibilidad sino un deber el afrontarlos.

Medel defendió el proyecto de integración entre Unicaja Banco y Banco Ceiss -el banco de Caja España Duero-, que a su juicio descansa sobre un plan «perfectamente solvente» y que pese a que se está desarrollando en un momento «complicado» se asienta en «unas bases muy solidas». El máximo responsable de Unicaja destacó lo acertado de la fusión, ya que es uno de los seis proyectos de unión de cajas que están en pie y que «no están bajo control público».

También recordó que la entidad resultante de la fusión contempla, incluso «en las hipótesis más negativas posibles» del comportamiento de la economía española, un coeficiente de core capital superior al 10%, ratio que «hoy no se exige prácticamente a nadie».

A pesar de los momentos complicados, Medel aclaró que tienen «en mente» sentar las bases «más sólidas posibles» para que, «cuando el temporal escampe», les coja con la mayor fortaleza posible para afrontar los retos y compromisos.

Ambas cajas tienen un «elemento común» y es que son líderes «claros» en sus respectivos territorios: Caja España-Duero, en Castilla y León, y Unicaja, en Andalucía, en una posición que pretenden seguir ocupando.

El proyecto de fusión, con un porcentaje de reparto cerrado del 30% para Caja España-Duero y del 70% para Unicaja, está «encarrilado», va a buen ritmo y con un espíritu de colaboración pleno.

El nombre, aún en el alero. En cuanto a la viabilidad de las respectivas obras sociales, Medel desveló que existe un «remanente» para «dos o tres» años que garantizará la viabilidad de los proyectos sociales. El nombre de la nueva entidad aún no está decidido, aunque «sería un despilfarro» cambiar el de las sucursales, por lo que éstas seguirán conservando el de Caja España, Caja Duero y el de Unicaja. Sobre las participaciones en proyectos empresariales, comentó que seguirán apostando «por los que merezcan la pena», si bien advirtió de que no se mantendrán aquellos «inviables que supongan una sangría de dinero».

El plan de integración de Caja España-Duero y Unicaja se aprobó el 26 de septiembre de 2011, si bien el proyecto se demoró por las nuevas necesidades de recapitalización del sistema financiero. En marzo pasado, se aprobó un plan de integración de Unicaja Banco y Banco Ceiss, que es en el que están trabajando. La fusión dará lugar a una entidad con 81.000 millones en activos.

Tras la reunión, compareció también Evaristo del Canto, quien se mostró «enormemente satisfecho» con este proyecto, «vitalista y potente»; así como el consejero de Economía de la Junta de Castilla y León, Tomás Villanueva, que dijo que la integración «evoluciona muy bien»