La Virgen de la Trinidad Coronada recorrió ayer las calles del barrio con motivo de la festividad de la Santísima Trinidad. La principal novedad de esta procesión de Gloria, después de 23 años de tradición, fue la eliminación del recorrido de la Cuesta de la Trinidad, una subida que la cofradía del Cautivo realizaba para que la Virgen de la Trinidad pudiera hacer estación en la iglesia de la Santísima Trinidad y saludar a la Virgen de la Paz, así como a la comunidad de monjas clarisas, muchas de ellas enfermas, que le cantaban.

Sin embargo, el pasado 28 de mayo La Opinión publicó que el nuevo cura párroco de la iglesia, José Diéguez, envió en enero una carta a la hermandad en la que pedía que no volviese a realizar la estación.

En la misiva detallaba que el párroco había hablado con los feligreses y no querían que la imagen entrara porque la iglesia se quedaba en mal estado. Con este motivo, a las seis de la tarde, media hora antes de la salida de la procesión de gloria, se produjo una concentración silenciosa de protesta a las puertas de la iglesia.

La procesión salió de San Pablo y siguió por las calles Zamorano, Tiro, plaza de la Aurora, Ribera del Guadalmedina, Trinidad, Malasaña, Ventura Rodríguez, Juan de Herrera, Pasaje Zambrano, Don Juan de Austria, San Quintín, avenida de Barcelona, plaza de Bailén, Barrera de la Trinidad, Trinidad, Jaboneros, Jara, plaza de San Pablo y regresó a su templo.