Su agenda es una locura desde el pasado 10 de mayo, cuando tomó posesión como jefe superior de la Policía de Andalucía Oriental. Acaba de llegar de Granada sin una arruga en el traje para asistir al almuerzo homenaje que sus compañeros de Málaga le han preparado en un moderno hotel. Hasta 160 comensales se han pagado el cubierto para reconocer su dedicación entre los muros de la Comisaría Provincial de Málaga, donde se ha dejado la piel hasta convertirse en una institución. No es fácil robarle minutos a Francisco Arrebola Larrubia (Periana, 1950), que un rato antes de la comilona parece más relajado.

¿Conoce ya la Alhambra y el Albaicín?

Ya los conocía, pero ahora un poquito más. Desde que llegué a la Jefatura he visitado un par de veces el barrio del Albaicín y anoche (el jueves) estuve en los Palacios Nazaríes.

Granada es preciosa. ¿Pero no sería lógico que la Jefatura de Andalucía Oriental estuviera en Málaga?

Eso es una decisión política. Los profesionales no debemos meternos en absoluto en ese asunto.

¿Qué supone Málaga en la carga de trabajo de la Jefatura?

La carga policial de la provincia alcanza el 62%, por lo que suma más que Granada, Almería y Jaén juntas. Si Málaga va mal, el resto también. Por eso hay que seguir invirtiendo en formación y en recursos humanos, que actualmente son muy buenos.

¿No son razones suficientes para que Málaga sea sede de la Jefatura?

Insisto, es una decisión exclusivamente política.

Ya fue jefe superior en Cataluña. ¿Es comparable con la andaluza?

Cataluña suma la variable nacionalista y eso las hace bastante diferentes. Aquí los problemas son los policiales específicos, pero los conflictos sociales con tintes nacionalistas son un añadido importante. La verdad, es más complicado navegar por aguas catalanas que por el mediterráneo andaluz.

¿Es su nuevo cargo el broche de oro a su trayectoria o un marrón con los tiempos que corren?

Me quedo con el broche. Es de agradecer que se acuerden de uno. No sería un bien nacido ni no le agradeciera a la actual Dirección General de la Policía ni al Gobierno esta gran responsabilidad. Si como jefe provincial de Málaga afrontaba el 62% del que hablábamos antes, la Jefatura es un reto todavía mayor.

¿Es la Exposición Universal de Sevilla el destino más complicado que ha afrontado?

Desde luego.

¿Más que Cataluña?

La Expo´92 recibió la concentración de masas humanas durante ocho meses y en un espacio muy reducido. Tuvimos que preparar al personal, seleccionarlo y dirigirlo en un tiempo récord. Y todo ello en unas circunstancias de terrorismo que convertían la seguridad de la Cartuja en una prioridad del Gobierno. No sólamente había que gestionar a un gran número de profesionales. También había que analizar toda la información previa de cada día en colaboración y coordinación con todas las jefaturas superiores y con todos los enlaces internacionales. Ese esfuerzo es incomparable al de una jefatura.

¿Y Málaga?

Por sus especificaciones delincuenciales, Málaga es hoy por hoy la provincia más difícil de dirigir desde el punto de vista de la seguridad. Sin embargo, a los que nos gusta la policía es el destino que más satisfacciones profesionales ofrece. Cuando te acostumbras a vivir en crisis casi permanente es cuando realmente has asumido la situación. Aunque parezca una barbaridad, es a partir de ese momento cuando te sientes bien.

¿De qué operación se siete más orgulloso como responsable de la Unidad de Coordinación Operativa Policial ? ¿Cuáles son las más difíciles?

Orgulloso estoy de todas. Quizás las más difíciles son aquellas en las que aparecen personas que, por su cargos, son más singulares. Tienes que preservar el secreto y la gestión de la investigación de manera que la detención de esas personas no sea una primera condena sin que todavía hayan llegado a hablar con un juez.

¿Por qué hay tanto político detenido e imputado?

Son los mismos de siempre, lo que pasa es que ahora se persigue con recursos muy especializados y con una nueva legislación. Una de las singularidades de la Costa del Sol es que acoge un gran movimiento de capitales y transacciones que no tienen otras regiones con un comercio más tradicional y con una ciudadanía más estable y menos masificada. El litoral malagueño es un conglomerado de personas de múltiples países que conviven, hacen negocios y se divierten. Algunos, los menos, se dedican a actividades delictivas.

Ballena Blanca, Shovel y ahora Majestic. La costa parece una lavadora gigante de dinero procedente del crimen organizado internacional.

El blanqueo es una actividad que consiste en poner a circular dinero procedente de actividades poco confesables. El blanqueo se da en todo el mundo, si bien en zonas como la Costa del Sol comparecen personajes y negocios de grandes beneficios y pocos escrúpulos. Esto lleva a que el montante de las operaciones delictivas sea superior al de otras regiones, pero para nada es exclusivo de aquí.

Majestic ha devuelto los fantasmas con una trama en la que reaparece el acento ruso.

La mafia es la misma que ha venido apareciendo desde hace muchos años en la Costa del Sol, pero es verdad que cuando se habla de mafia rusa al ciudadano le puede impactar más.

¿Cuál es el malo más malo con el que se ha cruzado?

¡Uf! Hacer una escala de maldad así resulta muy difícil. Hay un rosario de malos con los que me he topado en mis destinos. Son muchísimos los que han cubierto las exigencias para ser considerados muy, muy malos.

Usted es uno de los grandes responsables de la guerra que se ha abierto en Málaga contra el hurto. ¿Le han robado la cartera alguna vez?

Un hombre me sacó hace muchos años una navaja mientras yo me estaba bajando del coche. Me preguntó por qué me reía, le dije quién era y él me reconoció que llevaba una noche malísima. Me lo llevé detenido.

No debe ser sencillo gestionar la institución con una crisis que sólo apunta a recortes.

Hasta ahora nos han respetado los recursos humanos y seguimos teniendo los materiales de antes. Los problemas llegarán si no llegan inyecciones para mantener todo lo que tenemos en este momento, que es mucho. El Gobierno dice que no va a tocar la policía, al menos en Andalucía.

¿Cambia la policía con los cambios de gobierno?

Todos los gobiernos tienen estrategias diferentes en materia de seguridad ciudadana y están legitimados para hacerlo. Ellos marcan e implantan sus programas y la policía cumple con esas estrategias y las prioridades que marca la agenda.

¿Hay gobiernos más sensibles que otros con la policía?

No. Todos son sensibles con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. El Estado de Derecho es fundamental para el desarrollo de todas sus funciones, incluidas las de seguridad.