El cierre del mes de mayo ha dejado en Málaga una buena noticia -la segunda bajada mensual consecutiva del desempleo- pero también otra bastante inquietante: el descenso del paro apenas un tercio del que se registró en el mismo mes del año pasado, lo que refleja que ni la economía ni los empresarios están en condiciones de incorporar a muchos trabajadores, pese a la cercanía de la temporada turística veraniega y del respaldo que, en teoría debería propiciar la reforma laboral. El paro descendió en 2.021 personas durante el mes de mayo, dejando un total de 203.848 desempleados en la provincia, una bajada muy alejada de la de mayo de 2011, cuando encontraron trabajo 5.600 malagueños. Otra diferencia es que entonces se registraban 179.626 desempleados, lo que significa que en un año Málaga ha sumado 24.222 parados a su saldo total, con una subida del 13,48%.

La tónica de Málaga es similar a la registrada en España. Según los datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, el paro bajó en 30.113 personas en mayo respecto a abril (el 0,63%) y encadena dos meses de caídas, con lo que el total de desempleados se situó en 4.714.122 personas. Sin embargo, la disminución es también muy inferior a la de hace un año, cuando el paro se recortó en 79.701 personas. Desde entonces, y en un año, el número de parados ha subido en 524.463, un 12,52% más.

Desencanto sindical. El secretario general del sindicato CCOO de Málaga, Antonio Herrera, apuntó que el descenso del paro en mayo obedece a un «factor coyuntural como consecuencia del inicio de la temporada estival» y alertó de que el dato interanual sí refleja que continúa la destrucción de empleo y el incremento del paro, «lo que demuestra el fracaso rotundo de las políticas de ajuste y reforma laboral impuestas por el Gobierno».

«Como viene ocurriendo en los últimos diez años, el desempleo en Málaga en mayo suele bajar debido al inicio de la temporada estival, caracterizada por el aumento de la contratación temporal en el sector servicios», explicó Herrera, quien calificó el dato de «positivo pero insuficiente» ya que se trata de empleo temporal. El sector servicios aglutinó el 75% de la bajada del paro durante el pasado mes, con casi 1.500 parados menos. La construcción colocó a otros 516 desempleados, la industria a 66 y la agricultura a 111. El único segmento que sumó fue el colectivo sin empleo anterior, con 166 nuevos malagueños apuntados a la cola del paro.

«No estamos mejor que el año pasado. Cada mes, desde agosto de 2011 estamos asistiendo a una mayor destrucción del empleo, lo que demuestra el «fracaso absoluto de las políticas de ajuste y la reforma laboral que nos ha impuesto el Gobierno de Rajoy», dijo Herrera, que recordó también que en Málaga hay casi 83.500 parados de larga duración que llevan ya más de un año sin trabajar.

Por su parte, la secretaria de Empleo y Acción Sindical de UGT Málaga, Auxiliadora Jiménez, destacó que la bajada del desempleo en los servicios viene motivada por las contrataciones de verano, «aunque continúan teniendo como principales características la estacionalidad y la precariedad de las mismas».

«Aunque cualquier descenso en el número de desempleados en la provincia es a priori positivo no podemos perder de vista que dicho descenso es prácticamente tres veces menor al experimentado durante el pasado año. No vamos a mejor sino todo lo contrario y yerra quien pretenda hacer un balance positivo de estos datos sin considerar que la economía es menos capaz que en pasados ejercicios de generar empleo», dijo.

La Confederación de Empresarios de Málaga (CEM) consideró los datos de mayo «moderadamente positivos», al encadenar dos meses consecutivos de disminución de las cifras de paro. Dentro del conjunto andaluz y en términos absolutos, Málaga ocupa el primer lugar en cuanto a descenso de número de desempleados, destacó la CEM, que reiteró la necesidad de adoptar medidas de apoyo a empresas, autónomos y emprendedores para crear un entorno «que aporte seguridad y confianza para la creación de puestos de trabajo». En el caso de Málaga, los empresarios reclaman además iniciativas tendentes a combatir la estacionalidad del sector turístico.

El Gobierno, insatisfecho. La campaña veraniega de contrataciones ha permitido, como es habitual, que el paro haya bajado y que la afiliación haya crecido en mayo, aunque en menor medida que otros años, razón por la que el Gobierno dice no estar satisfecho del todo porque sigue habiendo 4,71 millones de parados según el Servicio Público Estatal de Empleo (SPEE) y 5,6 millones de parados, según la Encuesta de Población Activa (EPA). En mayo, la afiliación media a la Seguridad Social creció en 77.431 cotizantes, hasta los 16,99 millones.

Para los secretarios de Estado de Empleo, Engracia Hidalgo, y de la Seguridad Social, Tomás Burgos, los datos son positivos porque se enmarcan en una segunda fase recesiva de la economía. La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, también ve ambas evoluciones como buenas noticias, aunque opinó que el Gobierno no puede estar satisfecho.

No obstante, consideró que son una «luz» dentro de la crisis y un «revulsivo» para seguir trabajando.

Báñez destacó la buena evolución del colectivo de los autónomos: en mayo se dieron de alta 7.222 nuevos emprendedores (el 0,2 % más que en marzo), lo que eleva el total a 3.064.494 cotizantes.

La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, hizo hincapié en el «buen dato» de las afiliaciones, casi 100.000 en los últimos tres meses. El secretario de Organización del PSOE, Óscar López, le replicó que la reforma laboral es «un desastre» y anunció que pedirán que se prorrogue seis meses más la ayuda a quienes han agotado sus prestaciones.

Rosa Díez, de UPyD, achacó la bajada a la estacionalidad y avisó de que la principal preocupación de España es si la «rescatan directa o indirectamente». Por último, Cayo Lara, coordinador federal de IU, cree que la bajada del paro habría sido mayor si no hubiera sido por la reforma laboral.