Sopla el terral, se disparan las temperaturas. La influencia del viento del noroeste ha vuelto a situar a Málaga en valores térmicos muy por encima de la estadística. El mes de junio ha entrado con vehemencia, especialmente para los termómetros, que registran una media con valores hasta tres grados más altos de los habituales. Un fenómeno que, pese a la tregua de las últimas horas, no parece dispuesto a diluirse, al menos en los próximos siete días, en los que se prevén nuevos episodios extremos, con el terral, de nuevo, como protagonista.

Según la Agencia Estatal de Meteorología, el régimen de vientos, apenas corregido por la concurrencia puntual de la brisa, volverá a adensarse con la entrada de nuevos frentes del norte; eso significa que las temperaturas, apaciguadas en el día de hoy, se moverán otra vez entre los 20 y los 35 grados. La pasada madrugada, la mínima del aeropuerto escaló hasta los 24, si bien en mitad de un movimiento desigual, con grandes diferencias en función de la proximidad con el mar.

La amenaza del terral se prolongará toda la semana, aunque hay más probabilidades de que sus efectos se noten el jueves y el domingo. Será la continuación de los registros atípicos de los últimos días, que han anticipado los rigores del verano después de un mayo poco tibio. De acuerdo con la Aemet, el pasado mes se cerró con un recuento que habla de temperaturas muy cálidas en Málaga y extremadamente cálidas en zonas cercanas como Cádiz y Huelva. Además, en el caso de la Costa del Sol, también se subraya la ausencia de precipitaciones.

Si el clima mantiene la inercia de las últimas semanas, la provincia se enfrentará a un verano seco y plomizo; la conjetura, sin embargo, está pendiente del comportamiento térmico de los próximos días. El terral no dura para siempre, ni siquiera como amenaza. La brisa, por ejemplo, alivia el pronóstico para hoy, que se muestra más amable, con una máxima inferior, incluso, a los 30 grados.

Las expectativas es que el calor se apacigüe una vez que se disipe el viento del norte, que podría afectar al litoral de la provincia en los próximos siete días. De momento, la ausencia de terral es la noticia en este comienzo de junio, exaltado si se confronta con la estadística.

La previsión para las próximas horas apunta a una subida de temperaturas en el interior y a un descenso ligero en la Costa del Sol, que se beneficiará de la entrada de vientos más dulces. Incluso, no se descarta la aparición momentánea de bancos de niebla, especialmente por la mañana.

Las mínimas volverán a situarse por debajo de los veinte grados, mientras que las máximas no rebasarán la frontera de los 30. Un pequeño paréntesis para un mes que arranca apelmazado, sometido a la intermitencia del terral. Esta vez el refrán se quedó corto; la provincia no espera al cuarenta de mayo para sufrir el verano.