Fin de las conjeturas. El nuevo consejero de Turismo, Rafael Rodríguez, tranquilizó el pasado lunes al sector con una comparecencia pública en la que apostó, al menos en sus propósitos, por sintonizar con las líneas de trabajo que defienden los pesos pesados de la industria. Sus propuestas, a las que resta un largo camino de desarrollo, satisfacen, en principio, las reivindicaciones expresadas por los agentes de la Costa del Sol, que, no obstante, se muestran a la expectativa de conocerlas más profusamente.

Aunque eso no resulte un aval para el futuro, Rodríguez ha sabido en este mes superar la frialdad con la que fue recibido por buena parte de los representantes turísticos. Su discurso inicial, en el que se decantó por una política basada en el diálogo, fue refrendado por la comparecencia del lunes en el Parlamento, en la que volvió a insistir, de un modo ya menos protocolario, en las mismas pautas de trabajo. «La música suena bien, ahora lo que falta es la letra y mucho esfuerzo», indica Gonzalo Fuentes, secretario autonómico del área en CCOO.

La perseverancia en el Plan Qualifica, junto al anuncio de un programa estratégico contra la estacionalidad y, sobre todo, de un nuevo pacto con el conjunto de los agentes socioeconómicos anima al reconocimiento a los profesionales, que precisamente sugerían la adopción de muchos de estos principios como líneas motrices de la Administración. «Estamos de acuerdo con el discurso general, coincide con nuestras estrategias», apunta José Carlos Escribano, presidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos).

La intervención del consejero en el Parlamento, donde también avanzó la elaboración de un plan de turismo sostenible, gustó especialmente por los guiños a la participación, que deberán verse confirmados en los próximos meses. Miguel Sánchez, presidente del Consejo de Turismo de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) habla de una exposición, la de Rodríguez, «muy completa», aunque insistió en que todavía es pronto para aludir a una comunión plena con los intereses de todos los agentes. «Todo depende finalmente de cómo se articulen esos planes», indica.

Las sensaciones de Aehcos y de la CEA conectan también con la lectura de Joaquín Fernández Gamboa, vicepresidente de la Asociación Empresarial de Agencias de Viaje (Aedav), que valora la mención al Qualifica. «Resulta grato saber que se mantiene, porque es un programa para algo fundamental, como la modernización de los destinos», detalla.

El representante de las agencias pondera asimismo la apuesta por el plan de turismo sostenible. «Es una gran iniciativa porque son los propios clientes los que piden que la oferta incluya este tipo de valores», resalta.

Fuentes observa, por su parte, una novedad, la referencia explícita al empleo de calidad, que, según el consejero, debe guiar el entendimiento entre los diferentes agentes del sector. «Sin duda ha cogido el guante de las propuestas y también de asuntos como la estacionalidad, que es el problema estructural más fuerte que presenta nuestra oferta», señala.

El dirigente sindical echa de menos, sin embargo, la inclusión de una propuesta más firme para combatir la economía sumergida, que, insistió, lastra cada año al turismo de la Costa del Sol.

El crédito recuperado por el consejero tiene mucho que ver con su referencia a ahondar en el modelo de colaboración público-privada de los últimos años; un camino que el sector no piensa desandar y que exigirá a fondo al nuevo gabinete.