El metro de Málaga se terminará. Pese a que no tiene un presupuesto asegurado, ni calendario cerrado, ni responde al modelo de movilidad de IU. Este es el mensaje que lanzó ayer la consejera de Fomento, Elena Cortés, en su primera comparecencia para explicar las líneas maestras de su gestión en la Comisión parlamentaria de Fomento, donde vino a decir que se hará, aunque sin concretar el cómo ni el cuándo.

La primera referencia de la consejera sobre el metro de Málaga fue durante su exposición de la política en movilidad. Fue una frase, pero en la que se apoyó en una inflexión de la voz para resaltar su importancia: «Sobre la finalización de los proyectos de Granada y Málaga, este proyecto está subrayado en nuestra agenda».

Tras la primera interpelación de los portavoces de los tres grupos parlamentarios, Elena Cortés ahondó en sus argumentos, pero sembrando más dudas que certezas sobre el futuro de esta inversión, que está sumida en un mar de dudas desde hace meses. «Ojalá no hubieran llegado los recortes y la política de ajustes, porque sería más sencillo acabarlo», insistió la consejera de Fomento, quien culpó a la política de recortes del Gobierno central como los responsables de que no dispongan de dinero suficiente para asegurar la ejecución de estas obras en los plazos previstos.

La consejera de Fomento reconoció la importancia de los proyectos de metro en Málaga y Granada, aunque subrayó que el modelo planteado en la capital malagueña no se ajusta al ideario de IU: «El metro de Málaga no es nuestro modelo, ya que siempre hemos defendido que haya una intervención en superficie». A lo que siguió una declaración sobre su ejecución: «Veremos cómo lo terminamos».

Al menos, sí que concretó su apuesta por «la comunicación, la transparencia y el diálogo» con los vecinos y el Ayuntamiento de Málaga, que ha pedido de forma reiterada durante las últimas semanas una reunión con la nueva consejera para abordar la situación del metro y el calendario de obras.

El parlamentario del PP, Jaime Raynaud, le preguntó directamente sobre un calendario de obra para la ejecución del metro de Málaga y Granada, además de si es posible ayudar financieramente al tranvía de Vélez. Sin embargo, la consejera no quiso entrar en detalle y vinculó los compromisos financieros con la obra pública «a exigir un cambio para que haya más dinero público que nos permita inversiones, porque el Plan de Ajuste nos limita mucho». «Esta situación no es un capricho nuestro, sino consecuencia del tajo de 2.700 millones de euros en el presupuesto que está obligado por el Gobierno», insistió Elena Cortés, quien afirmó que hay «obra pública que hacer y tendremos que hacer un listado para ir a Madrid y que aumenten las inversiones en Andalucía».

El portavoz socialista en la comisión, Enrique Benítez, resaltó que el metro de Málaga «es una obra emblemática, en la que hay mucho dinero invertido y esperamos que se despeje cualquier sombra de duda» y mostró su convencimiento en el compromiso de la consejera para su terminación. «Es una obra, por su complejidad, muy importante, en la que la marca de Andalucía está en juego», insistió el portavoz socialista.

La rehabilitación y la vivienda social, claves para la consejera. La primera comparecencia de la consejera de Fomento en la comisión parlamentaria sirvió para poner sobre la mesa las prioridades de su gestión, que en materia de vivienda se centrarán en fomentar la rehabilitación sobre la construcción de nuevas viviendas para favorecer a las pymes y crear empleo, además de fomentar el alquiler en la vivienda social. Además, hizo una especial mención a la dación en pago, al señalar que es necesario abrir un debate para considerar en determinados supuestos que la primera vivienda sea considerada como un bien inembargable y planteó la lucha contra los desahucios como una prioridad.