Malaya empieza a entrar ya en el mundo de los recuerdos, pero antes de que el juicio, iniciado el 27 de septiembre de 2010, expire, los abogados de los 95 acusados tendrán que escuchar hoy al fiscal Anticorrupción Juan Carlos López Caballero las penas definitivas que pide para sus clientes. Fuentes judiciales aseguraron a La Opinión de Málaga que retirará los cargos contra varios procesados, aunque no pudieron precisar el número concreto de agraciados.

Ello entra, por cierto, dentro de la lógica, pues en el trámite de calificación el fiscal y las acusaciones –Ayuntamiento y Junta de Andalucía– deberán decidir si, tras la práctica de la prueba, endurecen su petición, la suavizan o la retiran. Al menos en dos casos, siempre según las fuentes consultadas, retirará los cargos.

El escrito de conclusiones definitivas del fiscal llegó ayer a media mañana a la Sala en medio de un gran secretismo, pues el presidente del tribunal, José Godino, quiere que los primeros en escuchar las peticiones de pena definitivas sean los 95 acusados. Va a haber modificaciones ya esperadas como la de Roca, a quien se le piden 30 años de cárcel y 810 millones de multa, puesto que el exasesor de Urbanismo reconoció haber sobornado a los ediles y la recepción de dádivas.

Lo cierto es que, según confirmaron las mismas fuentes, el presidente ha pedido a las tres acusaciones que unifiquen criterios para facilitar la labor del tribunal, de tal forma que el sábado se reunieron el abogado del Consistorio marbellí, el letrado de la Junta y el fiscal para abordar el asunto, aunque las conclusiones del encuentro no han sido hechas públicas. Hoy se conocerán. Lo que sucederá, según las fuentes, es que las dos acusaciones particulares acercarán sus tesis y conclusiones finales a lo que pida Anticorrupción, que ha llevado el peso sin duda alguna en este proceso.

El 18 de junio informará el fiscal, el 19 las acusaciones particulares y a partir del 20 las defensas calificarán –habrá muchas que modifiquen– y expondrán sus alegatos finales, ya entregados al tribunal por escrito para aligerar el último tramo de un juicio que hoy alcanza su sesión número 180, con lo que se ha convertido, de lejos, en el proceso judicial más largo de toda la historia de España.

Algunas defensas van a reconocer que sus clientes son culpables tras la prueba celebrada en un juicio que el tribunal quiere tener terminado el 31 de julio. Godino ha renunciado a sus vacaciones y, terminadas las vistas, le quedarán entre seis y ocho meses en soledad para redactar una de las sentencias más voluminosas de la historia por su complejidad. Luego vendrán las votaciones junto a sus dos compañeros, Rafael Linares y Manuel Caballero Bonald, aunque ya tienen parte del trabajo hecho. Hoy empieza la hora de la verdad.