Experto en macroeconomía y sistemas financieros, Fernando Faces acoge con esperanza el rescate de la banca española, que considera «condición necesaria pero no suficiente» para tener opciones de salir de la crisis. Advierte de que a partir de ahora la UE será mucho más exigente con el calendario de reformas, y añade que la recapitalización de la banca supondrá más ajustes y posibles subidas de impuestos. «Se trata de un rescate intermedio al que sufrieron Grecia, Irlanda o Portugal. La UE será más flexible y hablará con el Gobierno, pero al final se hará lo que diga Bruselas», avisa.

El rescate a la banca española, ¿es un momento histórico?

Sí, porque es la primera vez que España recibe algo de Europa, llamémosle ayuda o rescate. Y también porque dentro el pequeño o gran desastre que ha sido nuestra economía y la gestión de la crisis, este acontecimiento puede marcar el inicio de una solución correcta, quizá definitiva. Lo que ha quedado claro, por un lado, es que Europa no está dispuesta a que desaparezca el euro, y por otro, que España tras este rescate se va a tener que poner doblemente las pilas para ser más rigurosa en su saneamiento bancario y en la aplicación de reformas estructurales.

Rescate o ayuda, ¿es un debate sobre términos estéril?

Yo no entraría en ese berenjenal. Es una ayuda importante, con un techo de 100.000 millones de euros. El Fondo Monetario Internacional (FMI) hablaba de sólo 37.000 millones, pero hablaba del momento actual. El Eurogrupo, en cambio, ha decidido no ser cicatero y disponer una cantidad en perspectiva, imaginando un escenario adverso –y probable– a tres años con la tasa de paro y la morosidad todavía subiendo. Es un colchón de cara a futuras pérdidas.

¿España debería haber solicitado esta ayuda hace tiempo?

Por supuesto. La recapitalización con fondos públicos tenía que haberse hecho mucho antes, como en Gran Bretaña, Estados Unidos o Alemania. Esto ha sido una bola de nieve. En la crisis ha habido un error de diagnóstico y otro de ejecución. Se pensó que con medidas cortas y fusiones de cajas se arreglaba todo, y eso ha sido algo nefasto porque lo que juntaron fueron entidades débiles, y ya se sabe lo que sale de un matrimonio de cojos: un doble cojo.

¿De quién es la responsabilidad? ¿del anterior Gobierno?

Siempre digo que los principales responsables de la crisis son los gestores. Habrá que pedir responsabilidades, aunque ahora no sea el momento. El Banco de España no ha hecho respetar su independencia y se ha visto avasallado por presiones tanto de partido como de autonomías en el diseño de las fusiones. Hubo fallos del Gobierno en el diagnóstico y retrasos en la toma de decisiones por parte del regulador, precisamente por poder ser independiente.

Rajoy dice que ha sido su Ejecutivo el que ha presionado para recibir la ayuda cuando hasta hace unos días negaba esa posibilidad, ¿ha sido así?

La realidad es que Europa necesitaba una solución antes del día 17, fecha de las elecciones griegas, ya que podía encontrarse con varios frentes abiertos si Grecia y su futuro gobierno deciden no hacer frente a sus obligaciones. Al mismo tiempo, la UE no podía permitirse que la crisis bancaria española terminara contagiando sistémicamente al resto de la banca europea. Porque no hay que olvidar que nuestra deuda pública está financiada por bancos británicos, franceses y alemanes. El Gobierno ha aprovechado esto para presionar y obtener una fórmula que no fuera la del rescate del país sino sólo de sus bancos. Ha sido una gestión hábil de Guindos y de Rajoy: «Vale, me queréis rescatar ya, pero va a ser como yo diga». Eso pueden venderlo como un éxito, pero que no se pasen, porque esto es un rescate, no los Reyes Magos.

Y ahora, ¿qué nos queda?

Pienso que todo esto se va a aprovechar para hacer un ensayo de la futura unión bancaria que se quiere implantar en la Europa del euro. La banca española va a estar vigilada por el Banco de España, el BCE, la Comisión Europa y el FMI. La realidad es que a partir de ahora estamos ya monitorizados desde Europa. Por eso lo veo como un ensayo de cara al controlador único, porque se está viendo que la opción de que cada uno se buscara una solución particular creaba problemas. Y España va a ser ese banco de pruebas hacia el futuro, de cara a una integración financiera, que es la única salida que veo a este desaguisado de Europa. Rajoy ha dicho ya que está dispuesto a ceder soberanía, como postula Merkel para su UE germanizada del futuro.

¿Qué cambios vislumbra en el panorama bancario?

Al Banco de España hay que darle más poder y reforzar su independencia del Ministerio de Economía. También se exigirá a los bancos una reestructuración fortísima (políticos que saldrán de los consejos, cambios en el modelo de negocio o reducción de oficinas y de empleo). Todo eso en un plazo corto. Los únicos que se salvan de tener que recibir dinero del fondo de rescate son el Santander, el BBVA, y creo que La Caixa. El resto están a expensas de lo que dictaminen los auditores. El FMI decía que un 30% de la banca española necesitará de estas ayudas de recapitalización. Yo creo que andará por el 40-50%, fundamentalmente cajas y bancos pequeños. Y el interés no debería pasar del 3-4%, si no sería muy gravoso.

¿Repercutirá en el déficit?

En este caso el préstamo es al FROB, que es el que recibe el dinero del fondo de estabilidad y quien se lo presta a los bancos. Ojo entonces, que si el banco falla al devolver el dinero, sí que habría problemas porque sería el FROB, o sea el Estado y los contribuyentes, los que tendrían que responder. Hay ahí una contingencia de futuro que no sabemos cómo va a resultar. Y entra dentro de lo posible que todo esto afecte al déficit de 2012 y de 2013 si las cosas no salen bien. Todo dependerá de la gestión que se haga de la banca a partir de ahora y de que le economía mejore, dos elementos que son por otro lado la pescadilla que se muerde la cola. Para España hubiera sido importante romper la vinculación entre deuda bancaria y deuda soberana porque una daña a la otra. La única forma era que el dinero hubiera ido directamente a los bancos pero al final ha ido al FROB. Eso significa que habrá que emitir nueva deuda pública, que seguirá subiendo, y que la prima de riesgo tampoco bajará mucho.

¿Servirá la recapitalización para que el crédito vuelva a fluir?

No va a ser inmediato. Esto es una ayuda para que los bancos saneen su deuda, no para hacer negocio. Y no hay que olvidar que España tiene uno de los sectores privados más endeudados del mundo. El crédito tardará en volver porque en estos momentos hay que reducir ese endeudamiento de familias y empresas. Sólo puede haber crédito para los más solventes.

¿Intervendrá la UE en la política económica y laboral?

Aunque aparentemente no hay condiciones, sería estúpido pensar que esto no va a ser aprovechado por la UE para ser más exigente en temas como la rebaja de seguros sociales para los empresarios, la edad de jubilación o la profundización de la reforma laboral. Pienso que todo esto lo veremos en los próximos meses en forma de decretos y leyes. Europa quiere que vayamos rápido con las reformas y nos lo recordarán cada vez que tengan que dar un tramo de las ayudas.

¿Habrá nuevos recortes o subidas de impuestos?

Sí. Con los recortes que se han hecho hasta ahora va a ser casi imposible cumplir con lo objetivos de déficit, sobre todo por la caída de ingresos que ha sufrido del Estado. El próximo impuesto en subir será el IVA y veremos si se toca el tema de las prestaciones por desempleo o si nos piden que reduzcamos el número de ayuntamientos y de diputaciones.