Una vez más, el gas se ha convertido en la excusa que gira alrededor de la maldad y la falta de escrúpulos necesarias para robar a ancianos. Si hasta ahora el modus operandi consistía en abusar de los usuarios –mayoritariamente ancianos que viven solos– con revisiones que cobraban a precios desorbitados, la Policía Nacional de Málaga ha detenido a tres trabajadores de una empresa homologada por presuntamente aprovechar su trabajo para colarse en los dormitorios de los usuarios y robarles dinero y objetos de valor.

Así lo confirmaron ayer fuentes de la Comisaría Provincial de Málaga, quienes añadieron que dos de los detenidos acudían a las viviendas con su correspondiente uniforme y con la documentación que acreditaba que trabajaban para empresas facultadas para la inspección del gas.

Una vez que accedían a los domicilios con el consentimiento de sus propietarios, uno de los operarios entretenía al propietario de la vivienda contándole los supuestos fallos técnicos de la instalación del gas, mientras que el otro aprovechaba para colarse en los dormitorios y llevarse los efectos de valor que encontraba, normalmente joyas de oro, documentos nacionales de identidad y dinero en efectivo. A tenor de la investigación, se trataba de un negocio muy lucrativo, ya que a uno de los afectados le llegaron a quitar una caja de caudales con 20.000 euros en efectivo. A otra de las víctimas, de 100 años de edad, le sustrajeron tres sobres que tenía escondidos en el dormitorio con un total de 800 euros en efectivo.

Según fuentes cercanas a la investigación, una tercera víctima fue la que aportó la información a los agentes del Cuerpo Nacional de Policía, lo que fue clave para la detención de los tres individuos. Así, los agentes identificaron y arrestaron a J. V. G., de 46 años; J. M. S. M., de 28 años y A. B. M., de 20, y pudieron recuperar un gran número de joyas sustraídas a las víctimas que posteriormente vendieron en casas de compraventa de oro. Durante la operación, la policía ha contado con la colaboración de los responsables de la empresa para la que trabajaban los detenidos, la cual desconocía las actividades delictivas que llevaban a cabo sus empleados.

El pasado mes de abril, una investigación finalizó con la detención de 14 personas que supuestamente ofrecían servicios de inspección de gas en Marbella para los que no tenían autorización en casas en las que residían ancianos. Si las víctimas no accedían al servicio, los falsos técnicos no dudaban en coaccionarlos. Una vez realizada la inspección, cobraban precios desorbitados que hasta triplicaban el mercado. Si las víctimas se negaban a las revisiones, la policía asegura que no dudaban en amenazarles con precintarles el suministro. En febrero, otras cuatro personas fueron detenidas en la capital por otro presunto delito de extorsión. En aquella ocasión, las facturas no alcanzaban los 400 euros para que la infracción penal fuese una falta y no un delito.