No hay nada cerrado aún y los recortes no tienen por qué repercutir ni significar ningún recorte asistencial. Ésta fue la respuesta ayer de la Junta de Andalucía a las múltiples manifestaciones y protestas que están llevando a cabo los profesionales sanitarios en relación a los recortes anunciados.

Acerca de la información publicada por este periódico en su edición de ayer en la que informaba de que los médicos pretenden ahora seguir escrupulosamente los protocolos científicos y no atender como hasta ahora a los requerimientos y objetivos que desde las Unidades de Gestión Clínica (UGC) se marcan, el Servicio Andaluz de Salud aseguró y defendió que estos objetivos en todo momento atienden siempre a criterios clínicos. Desmintió así que la agilización de altas o la reducción de pruebas diagnósticas tengan un mero fin de ahorro, sino de optimización de recursos y de un adecuado funcionamiento del sistema.

El caso es que los médicos malagueños están que trinan. Muchos de ellos acudieron ayer a la concentración de funcionarios públicos convocada en Sevilla como medida de protesta. Los sindicatos que representan a los facultativos aseguraron que los médicos ahora no colaborarán con las UGC y sus objetivos, lo que podría incluso colapsar el sistema. Los médicos creen además que el recorte salarial de la Junta a los funcionarios públicos no trata a todos por igual. Entre 2.000 y 5.000 funcionarios protestaron ayer en Sevilla contra los «recortes» de la Junta.