Los cuatro sindicatos presentes en Unicaja -CCOO, UGT, Csica y Secar- están a la espera de ser convocados por la dirección para seguir negociando en la mesa laboral las condiciones de los trabajadores en la futura entidad conjunta que integrarán con Ceiss, el banco de Caja España-Duero. Los representantes de los trabajadores confían en ser convocados en los próximos días con la intención de alcanzar un acuerdo o, al menos, una posición de mayor entendimiento, antes del sábado 23 de junio, día en el que Unicaja celebra su asamblea general ordinaria en la que el presidente, Braulio Medel, dará cuentas en su informe de los resultados económicos de 2011 y de la gestión de la obra social.

Fuentes sindicales recordaron que la semana pasada presentaron una carta a la entidad en que la mostraban su rechazo a la oferta recibida hasta ahora. En estos momentos los empleados de Unicaja tienen una propuesta de rebaja salarial media del 10% más otro 5% atribuible a conceptos como planes de pensiones, menor en todo caso que el 25% que ha ofertado a los empleados de Ceiss en una segunda mesa laboral paralela. El objetivo de Unicaja y Ceiss es ahorrar unos 120 millones de euros de gastos laborales en tres años, cifra que se completaría con la salida de trabajadores por medio de prejubilaciones y bajas incentivadas.

Los sindicatos de Unicaja se niegan a firmar esta reducción salarial sin que se les aclare el excedente de empleados que se perfila para después, y señalan que en la entidad hay 700 trabajadores por encima de los 55 años, una cantidad a su juicio suficiente para lograr una razonable reducción inicial de costes a base de prejubilaciones.

«Estamos dispuestos a sentarnos y negociar ya. Necesitamos saber las justificaciones económicas en que se basan las propuestas de reducción de salarios, porque todavía no nos las han explicado, y vemos más razonable otros métodos que no esa quita de sueldos», comentan.

Los planes iniciales conjuntos que las cajas manejan desde diciembre consistían en recortar 1.800 empleos, el 20% de una plantilla conjunta de 9.300 trabajadores (repartidos casi a partes iguales entre ambas entidades). Pero con la propuesta de recorte de sueldos, el excedente podría bajar a unos 1.000 empleados.

Unicaja, la peor parada en las rebajas de Fitch. La agencia de calificación Fitch aplicó ayer una bajada masiva de la calificación de la deuda a largo plazo de 18 entidades financieras españolas, entre ellas Unicaja Banco y Grupo Cooperativo Cajamar, después de que el martes recortara en dos escalones la de los dos mayores grupos, el BBVA y el Santander. La firma justificó su decisión en la propia bajada de la calificación de España la pasada semana, y en el posible deterioro de la cartera crediticia de algunos bancos si la situación económica empeora.

«Es particularmente cierto para aquellos bancos cuya cartera crediticia está fuertemente expuesta al sector de la construcción e inmobiliario, y a los que tienen una escasa base de capital», apuntó Fitch. Con las rebajas, la deuda a largo plazo del Popular, BMN, Liberbank, el Banco Castilla La Mancha, Unicaja y Cajamar se quedan con un aprobado bajo, a un paso del «bono basura» (BBB-). De este grupo, la entidad peor parada es Unicaja, ya que la rebaja es de tres escalones. Fitch amenaza con volver a rebajar las notas de BMN, Liberbank y el Banco Castilla La Mancha, ya que las tres entidades están bajo vigilancia.

La misma amenaza se mantiene sobre otras cinco entidades: La Caixa; Unicaja y Cajamar; Banco Guipuzcoano, y Banco Sabadell, ya que Fitch está analizando su compra del Banco CAM.

Fitch recordó de nuevo que ha llevado a cabo unas pruebas de estrés, tanto en el sector bancario español en su conjunto como a las entidades individualmente, en las que detectó unas necesidades de capital entre 50.000 y 60.000 millones de euros. La agencia argumenta que la crisis ha contribuido a la mayor aversión al riesgo del mercado sobre la deuda española y ello ha dificultado y encarecido el acceso a la financiación de los bancos españoles. Además, sus previsiones para España no son nada optimistas, pues cree que el país seguirá en recesión durante el resto de este año y en 2013.