La Sección Segunda de la Audiencia Provincial ha decidido que el juicio de Isabel Pantoja, Julián Muñoz, Mayte Zaldívar y otros siete acusados más se celebre en la ya mítica sala cuatro de la Ciudad de la Justicia, donde se celebra desde el 27 de septiembre de 2010 el juicio del caso Malaya, según pudo saber ayer La Opinión de Málaga.

La decisión se ha tomado en las últimas horas, según las fuentes judiciales consultadas, después de que algunos magistrados plantearan dudas sobre la conveniencia de celebrar el juicio en esa sala tan amplia dando facilidades a quien pretende que el plenario se convierta en un auténtico espectáculo. Esta tesis más conservadora insistía en celebrar el juicio en una sala más pequeña, como ocurrió con Ballena Blanca –donde había casi una veintena de imputados–, y reducir al mínimo la presencia de público y de medios de comunicación, que siempre podrían seguir las sesiones desde la sala de prensa.

Publicidad. Pero la garantía del proceso es fundamental, según las fuentes judiciales consultadas, y una sala más amplia será más cómoda para todos, público, acusados, abogados, tribunal y periodistas. Éstos podrán seguir las sesiones en la sala de prensa, a la que llegará imagen y sonido, con lo que no tendrán por qué estar presentes en la sala cuatro, que cuenta con un inmenso banquillo para 95 acusados –heredado de Malaya– y con bancos para público que suman únicamente las cincuenta plazas.

El juicio arranca el 28 de junio, y este verano se celebrarán sólo cuatro sesiones: la del 29 de junio, el 4 y el 5 de junio. Luego se volverá en octubre, para concluir en abril de 2013. En los días señalados este verano se abordarán las cuestiones previas y las declaraciones de los encausados, entre ellas las de los tres principales protagonistas: el exregidor marbellí Julián Muñoz, su exnovia Isabel Pantoja y su exmujer, Mayte Zaldívar.

De hecho, ésa es la foto que buscan todos los medios, lo que ciertamente aliviará la presión sobre los otros siete acusados, actores secundarios de un juicio que asusta más que Malaya por la marea mediática que lleva aparejada. El jueves 28 de junio arranca el plenario, y Malaya culminará a finales de julio, porque se usará la dependencia de lunes a miércoles para la trama de corrupción y jueves y viernes para la pieza separada de blanqueo.

Más de 120 periodistas de medios locales, regionales y nacionales se han acreditado para seguir la cita. Además, se habilitará una pequeña zona a la entrada para que puedan entrar los diez acusados, aunque no tan amplia como se hizo en Malaya, lo que suscitó críticas entre los funcionarios que trabajan en el edificio. La prensa gráfica podrá hacer así su trabajo más fácilmente.

La sala cuatro, además de acoger Malaya, ha servido para que se celebren Minutas y Troya, y su uso ha permitido que las sesiones se sigan de forma ordenada por los medios evitándose, de paso, problemas de organización propios de una sala más pequeña.

Preocupación por que el juicio se convierta en un circo mediático. Escoger la sala cuatro, la de Malaya, para celebrar el juicio de la pieza separada de blanqueo en el que están acusados Isabel Pantoja, Mayte Zaldívar y Julián Muñoz, no es sólo un tema de comodidad para los periodistas y el público, sino que además supone una garantía de que el plenario discurrirá por cauces normales, según las fuentes. «Estamos preocupados por que esto se convierta en un circo, en un espectáculo», explica una fuente de la Audiencia.

De hecho, no gusta nada la información que circula por los pasillos de la Ciudad de la Justicia sobre la llegada de seguidoras de la cantante sevillana para seguir el plenario in situ, lo que supondrá un problema de organización y de seguridad. La Subdelegación del Gobierno ya trabaja en un operativo de seguridad para el exterior del edificio, en el que se incluye la acotación de una pequeña zona para que entren los acusados y puedan ser fotografiados; mientras que en el interior del edificio la seguridad atañe a la Guardia Civil y a la Junta.

La propia Pantoja, en cualquier caso, se ha encargado de calentar el ambiente, comparándose con la infanta Cristina, esposa de Iñaki Urdangarín, imputado en un caso de corrupción. «Yo soy igual que la infanta», dijo, para añadir: «Yo con ese señor no he tenido ni una cuenta ni una empresa, nada en absoluto», dijo la cantante en una entrevista en alusión al exregidor marbellí Julián Muñoz. Es más, ha anunciado que demandará a numerosos periodistas por las informaciones vertidas desde su detención en el marco del caso Malaya, en mayo de 2007.

«Yo de lo que pasaba en Marbella no tenía ni zorra idea», llegó a decir la cantante en la entrevista concedida a Antena 3. El juicio no es difícil jurídicamente, pero sí el más complejo desde el punto de vista organizativo.