Hay descuidos que además de salir muy caros pueden denotar el nivel de profesionalidad de los cacos. Como el de los dos jóvenes que la semana pasada fueron detenidos poco después de que presuntamente cometieran un robo con violencia en una calle de la capital malagueña. La Policía Local de Málaga pudo localizarlos y arrestarlos sin demasiado esfuerzo poco después de comprobar que en el lugar de los hechos se habían dejado algo más que unos simples indicios.

Según fuentes policiales, los hechos ocurrieron la pasada noche del miércoles 6 de junio, cuando un particular telefoneó al 091 de la Policía Nacional de Málaga para denunciar que una mujer había sido objeto de un robo en la zona oeste de la ciudad. La llamada se produjo sobre las 00.25 horas y el requirente localizó el suceso en la calle Francisco Cossio, junto al Parque del Oeste, donde aseguraba que la clienta de un establecimiento asiático acababa de sufrir un robo con violencia. Tras la llamada, una dotación de la Policía Nacional se trasladó inmediatamente al lugar del suceso, aunque a su llegada comprobó que la Policía Local ya estaba trabajando en el caso.

Pistas. Las fuentes consultadas aseguran que la víctima denunció cómo dos jóvenes, un chico y una chica, le habían arrebatado de un fuerte tirón un bolso de color marrón que llevaba colgado con una cadena a modo de correa. Según su testimonio, los presuntos autores huyeron a la carrera, por lo que los agentes activaron un protocolo de búsqueda basado en la descripción de los jóvenes que habían dado los testigos.

Sin embargo, durante una inspección más detallada del lugar de los hechos, los agentes encontraron un bolso que no correspondía a la víctima con numerosas pertenencias. Tras las gestiones correspondientes, los agentes comprobaron que el bolso correspondía a uno de los presuntos ladrones, que lo había perdido durante su apresurada huida.