El puerto de Málaga tendrá que apretarse el cinturón durante la segunda mitad del año. El repunte del tráfico de contenedores que vivió desde septiembre del año pasado se ha parado en seco. Los resultados del pasado mes de mayo muestran un descenso del 40% respecto al tránsito registrado en abril, un mes en el que ya se apreció una caída del 32% respecto al mes anterior.

La primavera no está trayendo buenas noticias al puerto de Málaga, que en apenas dos semanas ha visto cómo al anuncio de Royal Caribbean de que no operaría desde Málaga en 2013 se suma la caída del tráfico de contenedores, que encadenaba siete meses de buenos resultados.

El tráfico de contenedores es una de las principales apuestas del puerto de Málaga para sostener su actividad, junto a los cruceros. De hecho, este tránsito representa el 93% de las mercancías que se mueven en las instalaciones malagueñas. Así, pese a que el balance de los cinco primeros meses es positivo con un crecimiento del 333% en las mercancías movidas, estos datos irán a la baja en la segunda mitad del año, ya que no tiene tráficos asegurados.

La menor actividad tiene una consecuencia directa en el colectivo de 120 estibadores que operan en el muelle 9. Noatum renovará el ERTE (Expediente de Regulación Temporal del Empleo) que aplica sobre la plantilla y que se extingue el 30 de junio, según fuentes de la Coordinadora de Estibadores, que apuntaron que las malas perspectivas a corto plazo han llevado a renovar el ERTE.

Este descenso se explica por la vuelta a la normalidad en el puerto de Tánger, que vivió una fuerte conflictividad laboral en el último cuatrimestre del año que paralizó la actividad en los muelles. Málaga fue uno de los puertos beneficiados por el cierre de las instalaciones tangerinas, recibiendo una parte importante de este tráfico.

La normalización de la actividad en el puerto marroquí durante el primer trimestre de este año ha repercutido en el volumen de barcos que recalan en Málaga, reduciéndose de forma abrupta a niveles incluso inferiores a los registrados a principios del año 2011, en plena crisis de tráfico.

Los estibadores malagueños mostraron su esperanza en que Noatum, que gestiona las instalaciones del muelle 9, logre un acuerdo con una naviera que asegure un tráfico estable para mantener los niveles de actividad de la plataforma de contenedores.

La configuración del puerto de Málaga lo hace muy dependiente de la actividad del resto de puertos de mercancías situados en el Estrecho. Actualmente Tánger y Algeciras capitalizan la mayor parte del tráfico de contenedores por este paso. Málaga aspira a convertirse en la principal alternativa ante la saturación de estos puertos.