¡Se acabó el cole! ¡Vivan las vacaciones! El de ayer fue un día muy especial en los colegios e institutos malagueños. Unos 329.000 alumnos de los distintos niveles deducativos, desde Infantil a primero de Bachillerato, se despidieron de sus profesores y compañeros para afrontar el merecido descanso estival. Sobre todo para aquellos que han obtenido buenas notas. Los que llevan suspensos en su boletín, tendrán que hincar codos para tratar de recuperar esas asignaturas en septiembre. Será un verano agridulce.

El curso echa el telón sin un escenario definidio y con un decorado con muchas interrogantes. Ha sido un curso convulso, marcado por las declaraciones del ministro Wert nada más llegar el PP al Gobierno, un día sí y otro también, y la réplica de sindicatos, asociaciones de padres y opositores (que siguen a la espera de ver qué pasa con el recurso a la convocatoria de este año después de meses preparándose, cambio de temario incluido) ante lo que consideran un ataque director a la calidad de la educación.

Los recortes han marcado los dos últimos trimestres. La aportación del Gobierno central a los programas educativos que desarrolla la Consejería de Educación en la provincia de Málaga con cofinanciación estatal va a sufrir una reducción que puede poner en peligro el mantenimiento de hasta 17 planes que ya estaban plenamente consolidados y habían logrado importantes resultados, sobre todo en la lucha contra el fracaso escolar y el abandono prematuro de los estudios. A estas alturas, cuando la planificación para el próximo curso debería estar ya más que resuelta, la Junta todavía tiene que estudiar qué programas va a ser capaz de mantener en solitario, con sus recursos propios.

17 millones menos. Según los cálculos de la Delegación Provincial de Educación, los recortes consignados sólo en los Presupuestos Generales del Estado pueden detraer más de 17 millones de euros de la educación malagueña. Es prácticamente la misma cantidad de dinero que la Junta de Andalucía suele invertir al día en educación en las ocho provincias andaluzas.

Entre los programas que ya parecen sentenciados por la falta de recursos se encuentra el plan Educa3, que ha permitido crear en la provincia más de 17.000 plazas para niños entre 0 y 3 años de edad, en una etapa a la que se ha dotado de contenido educativo, aunque también desempeña un papel de conciliación de la vida familiar y laboral.

El Gobierno central también ha eliminado el plan Escuela 2.0, que ha posibilitado la introducción de las tecnologías de la Información y la Comunicación en la educación. El correspondiente andaluz, Escuela TIC 2.0, ha supuesto en la provincia que 70.413 estudiantes desde quinto de Primaria a segundo de la ESO dispongan de un ordenador portátil, al igual que 5.693 docentes y 2.143 aulas de 493 centros educativos hayan sido modernizadas con pizarra digital interactiva, videoproyector y ordenador de aula en 493 centros.

Si la Junta no es capaz de asumir en solitario el desembolso, el próximo curso se quedarán sin portátil unos 20.000 alumnos de quinto de Primaria en toda la provincia. Otra consecuencia probable es que unas 550 aulas digitales se quedarán sin el mismo uso que han tenido hasta ahora.

Los recortes incluyen también la supresión de la aportación estatal al programa de acompañamiento escolar, es decir, en las clases voluntarias que los alumnos con peores notas dan por las tardes para ponerse al nivel de sus compañeros. Son 234 centros públicos (172 colegios y 62 institutos) los que el curso que ayer terminó atendían a 10.000 alumnos en la provincia en sus propios centros por maestros, profesores o monitores. Gracias a estas clases, las tasas de fracaso se han logrado reducir, en tan sólo cinco años, del 33% al 27% en Andalucía.

Respecto a la disminución de puestos docentes debido al incremento de horas lectivas del profesorado, en Málaga puede suponer que entre 800 y 900 profesores menos presten servicio en la provincia. En Andalucía se irán a las calle unos 4.800 interinos.

Además, los profesores verán reducidos sus sueldos y trabajarán más. La jornada laboral pasará de 35 a 37,5 horas semanales y la jornada lectiva del profesorado de la ESO y Bachillerato será de 20 horas. Por el contrario, dejarán de cobrar entre 2.620 euros y 1.858 euros (caso de los maestros de Primaria) con el Plan de Ajuste aprobado por el Consejo de Gobierno de la Junta.

Por este motivo, ya hay claustros que han anunciado que, como medida de protesta, el curso que viene no están dispuestos a llevar a cabo actividades extraescolares, excursiones o cualquier otra actividad fuera del horario lectivo, como venían haciendo hasta ahora.

Muchos colegios aprovecharán que las aulas están vacías para llevar a cabo obras de mejora de sus instalaciones. Muchas de ellas están integradas en el conocido como Plan OLA (Plan de Oportunidades Laborales de Andalucía), que prevé una inversión en de Málaga de 35 millones de euros para acometar intervenciones en 20 centros de la capital y en otros días de la provincia. La mayo parte de la inversión se lo lleva el conservatorio profesional Gonzalo Martín Tenllado, pero también se llevarán a cabo importantes obras en los institutos La Rosaleda, Martín de Aldehuela o la Universidad Laboral. También se ampliarán varios colegios en la capital y la provincia.