La Junta de Andalucía ya ha adelantado cómo se llevará a cabo el copago de las recetas farmacéuticas, para lo que se aplicarán los tramos mínimos que contempla el decreto ley del Gobierno a los pensionistas. Pese a que la consejera de Salud, María Jesús Montero, aseguró ayer que se pone en marcha «por imperativo legal», su inicio a partir del 1 de julio ahorrará al Servicio Andaluz de Salud (SAS) hasta 27 millones de euros al año en la provincia.

Unos 233.000 pensionistas se verán afectados por el copago de las recetas en la provincia de Málaga, que en el caso de que se aplique al máximo previsto podrá generar un ahorro de 27 millones de euros de la factura farmacéutica de la administración andaluza.

El sistema del copago establece tres tramos en función de la renta y que supondrá el pago de entre el 10% y el 60% del coste de las medicinas recetadas, pero hasta un máximo de 8 euros al mes en el caso de las rentas más bajas. El siguiente tramo establece un límite de 16 euros al mes para los que cobren más de 18.000 euros al año, mientras que la cuota máxima ascenderá a 60 euros para los pensionistas con ingresos superiores a los 100.000 euros al año y que representa un 0,3% del total.

La mayor parte de los pensionistas malagueños se encuadra, no obstante, en el tramo más bajo y al que se cobrará 8 euros como máximo al mes. Este colectivo, que agrupa al 85% de los beneficiarios de una pensión, está compuesto por aquellos con ingresos inferiores a los 18.000 euros, lo que supone alrededor de 198.000 personas, que ahorrarán un máximo de 19 millones de euros al año.

En el polo opuesto se encuentran los 650 pensionistas con ingresos más altos y cuyo tope se eleva a los 60 euros mensuales, lo que generará ahorros máximos de 470.000 euros al SAS de su factura farmacéutica anual.

Queda un grupo de unos 34.300 pensionistas con ingresos superiores a los 18.000 euros, pero sin llegar a los niveles más altos. El copago aportará hasta 7,4 millones de euros a las arcas del SAS.

Críticas. Montero, que explicó ayer cómo se aplicará el decreto en Andalucía, consideró que este decreto «supone el desmantelamiento progresivo del Sistema Nacional de Salud», «estimula los seguros privados» e impone «por primera vez en la historia del Sistema Nacional de Salud» el copago farmacéutico.

La consejera de Salud señaló que su departamento no aplicará más del tope mensual establecido para los pensionistas y adelantó que, gracias al sistema de receta electrónica Diraya, los pensionistas no tendrán que pagar más que ese tope. El decreto establece que si alguno sobrepasa esos límites, la administración devolverá el dinero en un plazo de tres a seis meses, sistema que no será necesario en Andalucía.

María Jesús Montero destacó que esta medida es posible gracias a que durante décadas se ha desarrollado la receta electrónica en el sistema sanitario andaluz, que identifica cada medicamento prescrito e informa al farmacéutico del producto que tiene que prescribir y de la aportación que debe de cobrar al paciente. Además, se le han añadido los datos sobre la renta para aplicar el tope mensual que tienen que desembolsar.

«A los pensionistas con menor renta vamos a cobrarles el diez por ciento del medicamento, porque nos obliga la ley, pero cuando lleguen al tope de los 8 euros no tendrán que seguir pagando durante ese mes más por los medicamentos», afirmó Montero.