El Consejo de Ministros aprobó ayer el Plan Nacional e Integral de Turismo (PNIT) al que destinará en el próximo cuatrienio entre 1.600 y 1.800 millones de euros con el fin de incrementar la actividad turística. Entre las acciones se contempla la reconversión de destinos maduros como Málaga.

Según explicó el ministro de Industria, Energía y Turismo José Manuel Soria, este Plan tiene por objetivo «mejorar la competitividad del sector turístico para que éste sea mejor motor de impulso y uno de los sectores sobre los que se asiente la recuperación económica del país».

Según Soria este año se destinarán unos 438 millones a la promoción del turismo a través de servicios como orientación al cliente, la unidad de mercado a través de la armonización de la legislación, el fomento de la colaboración público-privada así como la gestión encaminada a la fidelización de los mercados maduros. Esta última acción cobra una especial importancia en la Costa del Sol y el resto de la provincia malagueña, considerada como destino maduro y consolidado.

A través de una estrategia conjunta elaborada por Turespaña y el Instituto de Comercio Exterior (ICEX) se pondrán en marcha varias líneas de crédito destinadas a empresas del sector con el objetivo de renovar las infraestructuras. Además, está previsto que este Plan desarrolle un plan de fidelización para los visitantes con la finalidad de que regresen mediante unas tarjetas a las que podrán asociarse empresas españolas y que funcionará con un sistema de acumulación de puntos.

En este sentido, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría señaló que este plan persigue «la dinamización de la economía y el crecimiento» e insistió en que el turismo es una «política de Estado» para el Gobierno, recalcando que el Ejecutivo hace «un esfuerzo importante» en cuanto a cambios legislativos.

En cifras, el PNIT consta de 28 medidas y 104 acciones y fue elaborado en los últimos seis meses por la Secretaría de Estado de Turismo a través de Turespaña y el apoyo público y privado.