Un paso subterráneo en la zona de intersección de las calles Cáceres y Arcángeles permitirá un acceso más directo y seguro para todos los vehículos que acceden desde la autovía a la parte baja de Cerrado de Calderón. Esta es la principal actuación dentro del plan de mejora de accesos y seguridad vial en Cerrado de Calderón que ayer fue aprobado por la junta de gobierno de Málaga y que en unos días saldrá concurso con un coste de 413.000 euros.

Hasta ahora la confluencia de las calles Cáceres y Arcángeles junto al acceso a la autovía constituye uno de los principales puntos negro de atasco y colisiones en Cerrado de Calderón, al tratarse de un cruce con cambio de rasante muy estrecho y con mucho tráfico a la hora de entreda y salida de los colegios..

La construcción de un túnel subterráneo en este punto permitirá que a partir de entonces cada calle tenga una dirección única. La calle Cáceres quedará sólo como una vía de una única dirección de entrada a la parte baja de la urbanización, mientras que la calle Arcángeles se convertirá en una de las alternativas para los vehículos que quieran acceder a la autovía.

El plan, que tiene como objetivos prioritarios, entre otros, primar la seguridad vial, mejorar los accesos, la movilidad peatonal, la accesibilidad y la creación de plazas de estacionamiento, contempla también otras soluciones; así el ramal de salida de calle Arcángeles a la autovía se traza junto a las edificaciones y parcelas existentes con destino a sistemas técnicos.

También, entre ambos ramales extremos se proyecta un ramal central de dos carriles que posibilitan la entrada y salida a la autovía desde el tramo superior de calle Cáceres, sin interferir al tráfico que desde al autovía se dirige hacia el tramo sur de calle Cáceres, al proyectarse una estructura que evita los cruces al mismo nivel.

También se reordena calle Cáceres con un solo sentido y aparcamientos, al tiempo que se incorpora una instalación nueva de alumbrado y se mejorará las actuaciones en materia de evacuación de aguas pluviales consisten exclusivamente en la evacuación de las aguas de escorrentía de los viales proyectado.

El proyecto saldrá a concurso en los próximos días y una vez adjudicado deberá estar ejecutado en un plazo de seis meses, por lo que se espera que para el primer trimestre del año próximo pueda estar lista para entrar en servicio.