El cáncer de piel sigue aumentando pese a las campañas informativas y los esfuerzos por lanzar mensajes de concienciación. En España se diagnostican al año 80.000 cánceres de piel, si bien «tan sólo» 6.000 son melanomas, que es el tumor más agresivo y por tanto el más conocido.

Ahora bien el número de cánceres aumenta pero desciende la mortalidad y mejoran los pronósticos, explica el dermatólogo y experto de Xanit Hospital Internacional, Enrique Herrera.

La edad media en la que aparece el melanoma son los 50 años y se observa que afecta «un poco más» a la mujer que a los hombres. Aunque existen diversos factores que influyen: el sol es sin duda el causante de estos tumores y una cuestión además que es posible evitar y controlar con sencillos consejos.

«La incidencia del melanoma se ha multiplicado por cuatro en la última década y en los últimos años la tendencia continúa siendo el aumento pero, sin embargo desciende su mortalidad. Se detectan más melanomas pero son más finos y la curación es mayor», explica el doctor a este periódico.

Ante esta realidad el dermatólogo Enrique Herrera afirma que un cáncer de piel cogido a tiempo es curable casi en el 100% de los casos. Los primeros 15-20 años de vida del individuo son fundamentales, ya que la piel tiene memoria. Los grupos de riesgo deben extremar la vigilancia y las precauciones. Éstos serían las personas con 50 ó 100 lunares, las que hayan tenido antecedentes familiares de melanoma, hayan sufrido quemaduras en la infancia con ampollas o aquellos que desempeñen profesiones al sol, en el mar o en el campo.

Screening

Es vital y fundamental en estos casos la vigilancia. Para ello el doctor Herrera comenta que existen unas reglas generales ante las que acudir al médico. Son las denominadas: A, B, C, D y E. A de asimetría, es decir, cuando un lunar es asimétrico. B, de borde, si presenta bordes irregulares. C, de color, si cambia de tonalidades o presenta dos o tres colores. D, de dimensión, si el lunar supera los seis milímetros. Y, E, de evolución o elevación, es decir, si cambia de tamaño de forma o crece.

«Estos criterios nos indican que debemos acudir al dermatólogo pero no supone en ningún caso que sea maligno. No todo lunar que cambia tiene que ser maligno, pero es necesario comprobarlo», aclara.

Consejos

Aunque la información llega al ciudadano parece que no cala, ya que si bien éste se conciencia y acude al dermatólogo ante posibles alteraciones en la piel, no sigue los sencillos consejos que ayudarían a no desarrollar este cáncer y que pasan por una exposición adecuada y protegida al sol.

En primer lugar es necesario saber cuál es el tipo de piel de la persona, si es sensible al sol y de piel más clara deberá usar protectores de más de 50 (fototipos 1 y 2) y para pieles más morenas protección de 25 a 30 (fototipo 3).

Es necesario aplicar protectores cada dos y tres horas y evitar en la medida de las posibilidades la exposición en las horas más fuertes de sol, es decir, de 12.00 a 16.00, comenta el experto.

Otro enemigo de la piel y el desarrollo de tumores son las cabinas ultravioletas, cuyas radiaciones están relacionadas directamente con el cáncer. «Ahora se siguen utilizando, pero la gente está bastante concienciada», comenta el dermatólogo Enrique Herrera de Xanit Hospital Internacional.