El hombre de 63 años que fue detenido la pasada semana por un presunto delito de abusos sexuales a una menor de 13 murió la madrugada de ayer tras arrojarse al vacío desde su vivienda, en un sexto piso. Su muerte, que según fuentes policiales apunta a un suicidio, se produjo después de que pagara 12.000 euros para eludir la cárcel. Sobre las 2.00 horas de la madrugada de ayer, un particular alertó de un precipitado en la calle que resultó ser el acusado, médico de profesión, que se arrojó al vacío mientras su mujer dormía.

Aunque la fiscalía solicitó el sábado su libertad con la obligación de que se presentara en el juzgado a principio y mediados de cada mes y se mantuviera a 200 metros de la menor y una amiga de ésta, el juez optó el domingo por su ingreso en prisión eludible con de 12.000 euros de fianza, ya que lo imputaba por un delito contra la libertad sexual sobre la menor. Igualmente, mantuvo la condición de presentarse en el juzgado cada 15 días y de cumplir una distancia mínima de 200 metros sobre las chicas. La detención se produjo el viernes a las 16:30 horas, tras un dispositivo de localización de la Policía Local de Málaga. Cuando lo encontraron, los agentes comprobaron que presuntamente cogía del brazo a la niña y la llevaba hacía su coche.

La voz de alarma la dio el instituto de la chica, donde denunciaron que una persona mantenía una relación con una alumna a la que supuestamente propuso relaciones sexuales. Tras la alerta, la Policía Local se entrevistó con la menor en presencia de su madre y la chica relató que hacía unas semanas un hombre se acercó a ella y a una amiga para invitarlas a un refresco, a lo que accedieron. Al parecer, tras la invitación el hombre les propuso sentarse en un banco, donde supuestamente realizó tocamientos a una de ellas. La versión policial asegura que el hombre les sugirió entrar juntos a un sex shop, aunque los responsables del establecimiento negaron la entrada a las menores, por lo que él optó por invitarlas a dar una vuelta en su coche y ellas se negaron.

Días más tarde, el detenido localizó a la chica en un cibercafé del barrio, le propuso que se marcharan del lugar y ofreció 65 euros para que comprara un móvil con el que contactar con él. El presunto autor de los abusos le ofreció de nuevo ir a su coche, a lo que la menor se negó de nuevo. Poco después, la madre de la chica se enteró de los hechos y lo denunció ante la Policía Local, cuerpo que montó el dispositivo para sorprender al hombre con la chica.