Los abogados defensores del juicio por blanqueo de capitales que juzga a la tonadillera Isabel Pantoja y a su expareja y exalcalde de Marbella Julián Muñoz han pedido hoy al Tribunal que no acepte los 10.000 folios de nuevas pruebas, casi todos derivados del "Caso Malaya", que el fiscal pidió introducir.

El juicio, en el que también se acusa a la exmujer de Muñoz, Maite Zaldívar, ha finalizado hoy su segunda jornada y continuará ya el próximo octubre con la declaración de los procesados, tras haber concluido el trámite de exposición de cuestiones previas.

Antes de que empiecen las declaraciones de los acusados, el tribunal tiene que dictar una resolución para resolver las cuestiones previas planteadas.

Esta mañana, el letrado de Julián Muñoz, Miguel Criado, ha pedido a la Sala que si dichas pruebas fuesen admitidas la causa debería volver al juzgado de instrucción para que se diera traslado a las partes y éstas pudieran estudiarlo.

Por ello, los abogados han solicitado que no se admitan las nuevas pruebas presentadas ayer por el fiscal ya que entienden que la acusación pública pretende hacer una nueva instrucción con la documental de Malaya.

Alternativamente, el abogado de Julián Muñoz ha pedido que si la Sala admite la prueba del fiscal y no se remite todo al instructor se suspenda el juicio "un tiempo más que prudencial" para permitir examinar toda la documental y no causar indefensión a los procesados.

Ello llevaría, según el letrado, a solicitar una nueva fase de cuestiones previas en las que las defensas podrían verse obligadas a pedirle al tribunal que juzga a Pantoja que se pronuncie sobre las escuchas telefónicas del "caso Malaya".

Por otra parte, las dos acusaciones, el fiscal y el Ayuntamiento de Marbella, han rechazado todo lo solicitado por los letrados y han pedido que la Sala desestime todas las cuestiones previas planteadas por las defensas.

La fiscal, María del Mar López-Herrero, ha negado que se hayan vulnerado los derechos a Pantoja como ayer aseguró su letrado y ha afirmado que la denuncia sobre trato degradante no se concreta, que es gratuita y carece de fundamentación.

Además ha insistido en que existían razones para investigar a la tonadillera y ha recordado el registro del despacho de Juan Antonio Roca, presunto autor de la trama de Malaya, donde apareció la carpeta con la escritura del apartamento de Guadalpín, y las bolsas de basura con dinero de Julián Muñoz.

Por ello, la fiscal entiende que existieron indicios y se investigaron hasta que se llegó a la conclusión de que había razones para la imputación de la artista.

La fiscal también ha precisado al abogado de Pantoja que el informe policial que motivó la detención de la tonadillera era correcto y que los "informes policiales hay que combatirlos, no descalificarlos", aunque no les guste el contenido.

En este sentido, la representante del ministerio público ha asegurado que las descalificaciones que ayer hizo el letrado "son casi delictivas", cuando aseguró que los funcionarios públicos habían falseado informes.

Esta mañana el más madrugador ha vuelto a ser Muñoz, que llegó a la sede judicial sobre las ocho de la mañana, mientras que Pantoja ha accedido unos cuarenta y cinco minutos más tarde, mucho más tranquila que ayer y sonriente y además ha llegado a pararse con cinco seguidores que la estaban esperando.

Tras comenzar la sesión, el presidente del Tribunal, Federico Morales, ha informado de que no está permitido por motivos de seguridad el uso de gafas oscuras dentro de la Sala, por lo que Pantoja se ha tenido que quitar las que llevaba puestas.

En el banquillo de los acusados hay un total de diez personas y los procesados más populares se han vuelto a sentar hoy en la misma fila, aunque otros encausados se han intercalado de nuevo entre ellos para que no estuviesen juntos.

Pantoja se enfrenta a una petición fiscal de tres años y medio de prisión y multa de 3,6 millones de euros y Muñoz a otra de siete años y medio de cárcel y siete de inhabilitación por blanqueo de capitales continuado y cohecho pasivo y multas por un total de 7.466.000 euros.

A Zaldívar se le acusa, al igual que a Isabel Pantoja, de blanqueo de capitales, y se le pide la misma pena que a la tonadillera y una multa de 2,6 millones de euros.

El fiscal mantiene que tanto Pantoja como Zaldívar eran "perfectamente conocedoras del origen ilícito" de los fondos y bienes que recibían de Julián Muñoz, y que ambas sabían "cuáles eran las fuentes de sus ingresos lícitos, así como su cuantía".