La Audiencia de Málaga ha condenado a un hombre de nacionalidad colombiana a una pena de cuatro años y medio de prisión al considerarlo autor de un delito de tráfico de drogas, por recibir un paquete que contenía casi 150 gramos de cocaína. Además, se le impone el pago de una multa de 8.700 euros.

Según se declara probado en la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, en mayo de 2011, agentes del servicio de Aduanas del aeropuerto de Madrid-Barajas detectaron un envío con "una anormal densidad" y que, tras ser examinado, hacía presumir que contenía sustancias estupefacientes.

Así, extrajeron de un envoltorio de plástico los documentos de declaración aduanera colocado, los cuales, sometidos al test de detección de dichas sustancias, arrojaron un resultado positivo de cocaína, según la resolución, por lo que solicitaron permiso para una entrega controlada del paquete.

Los agentes, dice la sentencia, establecieron un dispositivo para realizar la entrega en un domicilio de la localidad malagueña de Estepona, donde dejaron varios avisos de recogida. Además, los efectivos comprobaron que el acusado estuvo en las inmediaciones de una oficina de correos esos días.

Finalmente, según la Sala, se personaron en la vivienda y encontraron dentro al hombre, quien recepcionó el paquete y en ese momento lo detuvieron. Tras el correspondiente permiso judicial, se abrió el paquete, donde había dos bolsas de plástico que contenían cocaína con un peso de 146 gramos.

El acusado negó conocer a la remitente del envío y afirmar no ser conocedor de qué contenía el mismo, sin embargo admitió que él era el que residía en el inmueble cuya dirección figuraba como lugar de destino en el paquete. Además, se apunta que no existen motivos de falta de objetividad en las declaraciones de los agentes.

En este sentido, el Tribunal concluye, por las pruebas practicadas, que el acusado "se hallaba concertado con el remitente para la recepción del paquete con el que se pretendía introducir droga en el territorio nacional", apuntando que "la lógica indica que nadie recoge un paquete si no viene a nombre de uno".