Agentes de la Guardia Civil de Nerja han detenido a un ciudadano español que responde a las iniciales D. G. M. como presunto autor de un total de diez robos con fuerza en el interior de otros tantos domicilios –en ocasiones con sus moradores dentro–. Después de las denuncias presentadas por las víctimas, el hombre pudo ser localizado a raíz de que acudía al centro de salud a curar sus heridas cada vez que resultaba lesionado por romper cristales o forzar puertas para lograr su propósito.

El detenido, que ya se encuentra a disposición de los juzgados de Torrox, no solía sustraer objetos de gran tamaño, porque operaba en los edificios «adentrándose por espacios reducidos», desde balcones a ventanas que lograba forzar. Dinero en efectivo, móviles y portátiles eran sus principales objetivos, tal y como consta en las denuncias que los afectados presentaban de inmediato ante las autoridades.

No fue fácil dar con la identidad del ladrón, hasta que los efectivos de la Policía Judicial de la Guardia Civil detectaron que una misma persona había sido atendida por lesiones de «origen dudoso», justo en las mismas fechas en las que se habían denunciado robos con escalera en varias viviendas unifamiliares del municipio nerjeño. El hecho de que las heridas, al menos en tres ocasiones, hubiesen podido producirse como consecuencia de la rotura de cerraduras, candados o cristales generó una rápida actuación de los agentes de la Guardia Civil.

Al parecer, la fecha casi definitiva para poder localizar al ladrón fue la del pasado 6 de junio. Dos robos en otros tantos inmuebles cercanos entre sí coincidieron con una nueva atención sanitaria en las dependencias del ambulatorio local, esta vez por lesiones en el tobillo derecho. La Guardia Civil ya no tardó en observar que desde ese instante «dejaron de producirse los robos» y procedió de esa forma a que el hombre ya no pudiera negar tales «evidencias».