­El Gobierno mantiene los umbrales de renta para conseguir una beca, pero endurece los requisitos académicos para conservarla. Lo que antes era sólo un anuncio de Wert, ya es una realidad, después de que el Consejo de Ministros aprobara ayer un Real Decreto con los nuevos criterios, y para mantener una ayuda el curso siguiente, el universitario deberá sacar una nota media de 6,5 y haber aprobado un 10% más de créditos que hasta ahora. Y es más. Quien no apruebe la mitad de las asignaturas, tendrá que devolver íntegro el dinero. Hasta ahora era suficiente con que se presentara a un tercio de las materias.

Los estudiantes que vayan a incorporarse a la Universidad y aspiren a una beca tendrán que haber aprobado la Selectividad con una calificación mínima de 5,5 (sin contar la fase específica, que suele aumentarla).

Las nuevas medidas entrarán en vigor el próximo curso. Según el ministro, es necesario que los alumnos correspondan con su trabajo «las exigencias que supone para el conjunto de los ciudadanos» financiar las becas. No obstante, recordó que, «a pesar de las circunstancias», el Gobierno mantiene «en su integridad» los importes de la convocatoria anterior en cuanto a las ayudas generales.

Para conservar la ayuda en cursos posteriores, los alumnos deberán de haber superado un porcentaje mínimo de créditos y que varía en función de la rama del conocimiento a la que pertenezca el grado. Así, para Arquitectura e Ingeniería será necesario aprobar el 65% de los créditos; para las carreras de Ciencias y Ciencias de la Salud, el 80% de los créditos (como hasta ahora), y para las de Artes y Humanidades y Ciencias Sociales y Jurídicas, el 90% de los créditos.

Aunque el Gobierno mantiene los umbrales de renta y patrimonio que dan derecho a la percepción de becas y ayudas y, en general, su cuantía, reduce el componente de residencia y de compensatoria para los becarios de titulaciones de FP de 2.000 horas, y se suprime el de «ciudades» por residencia (204 euros), destinado a los alumnos no universitarios que cursaban estudios presenciales en poblaciones de más de 100.000 habitantes.

Diversas asociaciones de estudiantes han calificado las medidas anunciadas como «durísimas» y vaticinan un «abandono masivo» de las aulas, principalmente en el ámbito universitario, debido a la combinación de los requisitos para acceso las becas y el aumento de las tasas universitarias.

La ley educativa del PP se llamará Ley de Mejora de la Calidad. El Gobierno acometerá la anunciada reforma educativa a través de una Ley Orgánica de Mejora de la Calidad de la Educación cuyo informe del anteproyecto fue presentado ayer ante el Consejo de Ministros por el titular de Educación, José Ignacio Wert.

La nueva norma, que espera aprobar con el mayor consenso de los grupos políticos y la comunidad educativa, persigue responder a la «preocupación principal» del Ejecutivo: conseguir que las tasas de abandono y fracaso escolar en España se acerquen a las de la UE.

El informe de este anteproyecto normativo que modificará la LOE de 2006, contempla adelantar a tercero de la ESO la elección del itinerario hacia la FP o el Bachillerato mediante la combinación de asignaturas optativas y convertir 4º en el «curso de iniciación» hacia cualquiera de estos dos caminos. Una vez en FP de grado medio, se facilitará el acceso a FP de grado superior. Los alumnos no serán derivados a FP en función de sus notas, sino de sus aptitudes, según el ministro.

Tanto en la ESO como en Bachillerato se reducirán el número de vías y de asignaturas optativas y se aumentará la carga lectiva de las materias instrumentales (Matemáticas, Lengua, Ciencias e Inglés).