Un superordenador que compone música clásica y cuyas obras, según expertos y profanos, logran transmitir emociones ha sido desarrollado por un grupo de investigadores en Inteligencia Computacional de la Universidad de Málaga y en unos meses ha creado un repositorio con miles de temas musicales.

Las partituras compuestas por esta máquina bautizada como "Iamus" "son equiparables a las de los compositores profesionales", según aseguran a Efe desde la institución académica, que precisan que se trata del primer sistema no humano que puede producir una partitura musical "indiferenciable" de las creadas por personas.

La Universidad resalta que "Iamus" rompe una barrera en este campo científico, ya que "su trabajo implica claramente el terreno de las emociones y los procesos cognitivos, lo que supone un avance espectacular en el campo de las aplicaciones y fundamentos de la inteligencia artificial".

El trabajo, dirigido por el catedrático Francisco José Vico, se basa en aplicar técnicas de Biomimética -ingeniería que copia de la biología- e "'Iamus' es el primer gran ejemplo de las posibilidades creativas que se abren con la aplicación al lenguaje computacional de la evolución darwiniana y la genética de los seres vivos".

De las primeras creaciones seleccionaron diez que han grabado intérpretes profesionales, incluida la "London Symphony Orchestra", y el disco se editará en próximos meses, aunque el pasado octubre se estrenó en Tenerife la primera obra (para piano, clarinete y violín) en el festival de música Keroxen "con notable éxito", aseguran.

La potencia computacional del prolífico "Iamus" no sólo le permite componer a un ritmo frenético día y noche -una obra de cinco minutos de duración para un único instrumento le ocupa unos ocho minutos-, sino que también "posibilita aplicaciones de la música hasta ahora no imaginables", señalan desde la institución académica.

Los miles de temas creados están disponibles en los formatos de audio (MP3), partitura (PDF) y editables (MIDI y XML).

La Universidad destaca que "acelerará el proceso creativo de los compositores y también aportará originalidad a la obra final", además de "posibilitar a personas sin conocimientos del lenguaje musical hacer sus propias obras" como "la cámara digital permite crear obras gráficas de un modo que antes sólo hacían los pintores".

Este mercado musical se comercializa a través de una empresa académica impulsada por la Universidad de Málaga (http://melomics.com) y afirman que "puede cambiar por completo el panorama musical actual".

Además, desde la Universidad consideran que el desarrollo de este ordenador supone "una aportación muy importante" para dar respuesta a la pregunta básica que se formuló el padre de la inteligencia artificial, Alan Turing, cuando comenzó a trabajar en los primeros desarrollos en este campo sobre si pueden pensar las máquinas.

La opinión de que las obras de este aparato transmiten emociones ha planteado el dilema de cómo puede una máquina expresar algo que no siente y preguntas sobre si expresa el compositor esos sentimientos, en qué medida el intérprete aporta expresividad o el oyente conforma la emoción por su cultura musical o estado de ánimo.

Para determinar la calidad de las composiciones el equipo encabezado por el catedrático de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial Vico Vela diseñó un recopilatorio de obras de clásica contemporánea con diferentes formaciones de orquestas de cámara y completas, "Iamus" compuso 800 obras y seleccionaron diez.

Precisamente la Escuela Superior de Informática de Málaga acoge este lunes un concierto para conmemorar el centenario del nacimiento de Alan Turing y donde se estrenarán cuatro obras de "Iamus" interpretadas por un pianista, una violinista y un clarinetista.