Si las cuentas cuadran, Emasa y la entidad estatal Acuamed –Aguas de la Cuencas del Mediterráneo– colaborarán en financiar los 14 millones en los que está presupuestada la construcción de una ampliación de la actual depuradora del Guadalhorce, que le permitirá tratar el agua residual para que se destine a riego de jardines y uso industrial. Este proyecto, que originalmente se concibió para toda la ciudad e iba a comenzar por la zona Este, finalmente ha sido trasladado a la zona Oeste de la ciudad por motivos presupuestarios y la posibilidad de captar más clientes.

La edil de Medio Ambiente, Ana Navarro, explicó que ya cuentan con el proyecto redactado a cargo de la Empresa Municipal de Agua (Emasa) y que la decisión final sobre su ejecución está sólo pendiente de que se elabore un plan de viabilidad económica que justifique la inversión.

El objetivo de esta ampliación de la depuradora del Guadalhorce es atender la demanda de agua para riego que existe en los campos de golf de la zona Oeste y los posibles usos en Parcemasa, el PTA, el campus universitario y las instalaciones de Caterpillar en Málaga, todas situadas en el entorno. Esta cercanía permitirá abaratar los costes de construcción de la infraestructura de canalizaciones para llevar el agua a los futuros clientes, además de reducir el coste de producción del litro de agua tratada.

La estación del Guadalhorce ya tiene unas instalaciones que se dedican a este tratamiento especial del agua residual para su reutilización y que presta servicio al sistema de refrigeración de la instalación de Gas Natural en Campanillas.

Las actuales instalaciones cuentan con una capacidad máxima de 34.560 metros cúbicos de agua tratada al día. El proyecto planteado ahora por Emasa y Acuamed en la depuradora del Guadalhorce ampliará su capacidad de tratamiento en un 30%, aportando 14.400 metros cúbicos de agua diarios depurada, lo que permitirá una capacidad para depurar 50.000 metros cúbicos al día y atender así a los grandes clientes de la zona.

El plan de viabilidad condiciona la aportación definitiva de Acuamed, que asumiría el 50% de la financiación de este proyecto. De no justificarse su viabilidad económica, peligran los 7 millones de euros que corresponde a su parte, en un cambio de estrategia del organismo estatal que mide la rentabilidad de su inversión antes de aprobarla. De forma paralela, se ha solicitado el permiso a Sanidad de la Junta de Andalucía para comercializar este agua reciclada.

Una vez que se asegure la rentabilidad económica de esta inversión, Acuamed y el Ayuntamiento tendrán que firmar un nuevo convenio de colaboración para sustituir el que está vigente y que planteaba realizar esta inversión en la zona Este. Finalmente esta opción se abandonó por ser más cara –22 millones frente a 14 millones de euros del proyecto actual– y encontrar un mercado más limitado al no disponer de grandes usuarios.