Las mismas escenas se repiten como si el alumno se subiera en una máquina con un mismo destino espacio-temporal. Cada vez que llega el mes de julio, se ve obligado a aguardar interminables colas ante la Escuela Oficial de Idiomas de la capital. Y por mucho que estemos en el año 2012, no se resuelve el problema de siempre, generando quejas, protestas y la indignación de los que aguantaban con estoicismo bajo el sol, o buscaban los escasos espacios de sombra que propiciaba el seto vegetal de los jardines.

Los primeros y más previsores llegaron a las seis de la mañana, aunque las puertas del centro no se abrían hasta las 9.30 horas. Eran los alumnos de inglés que sólo querían poder recoger sus sobres con la documentación para poder matricularse para el año que viene. Son los que han aprobado en la convocatoria de junio y van a promocionar de curso. La paciencia se convirtió ayer en la principal aliada de estos estudiantes y de los familiares que les acompañaban, aunque por momentos se perdieron los nervios, sobre todo cuando los últimos quisieron ser los primeros y pretendían colarse y no aguardar su turno en la larga fila.

Nadie entendía la necesidad de tener que esperar tanto tiempo para recoger un sobre. «Me voy a matricular en quinto de inglés y llevo viviendo la misma escena todos los años. Creo que tendrían que idear otras fórmulas para evitar esta demora, poder descargarte la documentación por internet o poder matricularte por correo electrónico», explicaba ayer Rubén Molina, uno de los alumnos afectados, que ya llevaba dos horas y media de cola y al que aún le esperaba otra media hora larga hasta llegar al mostrador.

La Escuela de Idiomas reservó el día de ayer para que todos los alumnos de inglés de los distintos niveles pudieran llevar a cabo esta operación. «El problema principal está también en que quien llega primero elige turno, y los más demandados son los de la tarde», indicaba este alumno.

La Escuela de Idiomas divide el calendario en lenguas. Si ayer correspondió el turno a inglés, hoy le toca a los alumnos de francés, italiano, chino, japonés y español.

Una vez obtenido el sobre con la documentación, el alumno tiene que rellenar los formularios con sus datos y entregarlo en conserjería. «Para esto no hay que esperar, basta con depositarlo en conserjería, en un buzón», dijo Molina.

La mitad de la oferta está en la capital. La Consejería de Educación oferta en las ocho Escuelas Oficiales de Idiomas de la provincia de Málaga un total de 14.335 plazas. De ellas, algo más de la mitad, en total 7.950 corresponden a la de la capital. La mayoría, 6.354, son para aprender inglés, seguidas de 1.266 de francés y 985 de alemán. El resto de los idiomas impartidos son árabe, chino, español para extranjeros, griego moderno, italiano, japonés, portugués y ruso.

Las competencias lingüísticas que se adquieren en este nivel son utilizar el idioma con flexibilidad, eficacia y precisión para participar en todo tipo de situaciones, en los ámbitos personal, público, académico y profesional que requieran comprender, producir y procesar textos orales y escritos extensos y complejos, en diversas variedades estándar de la lengua, con un repertorio léxico amplio, y que versen sobre temas tanto abstractos como concretos, incluso aquellos con los que el hablante no esté familiarizado.

La Delegación recordó ayer que este año han cambiado los criterios para la adjudicación de plazas y los parados de al menos seis meses de duración con titulación superior o, como mínimo, graduado en Educación Secundaria han tenido mayor prioridad para entrar, tanto en los niveles básico como intermedio y avanzado.