Las farmacias se enfrentaron ayer, primer día laborable de aplicación del copago de medicamentos, a un sinfín de problemas y vicisitudes. La caída generalizada del sistema informático, poco antes de media mañana, impidió que numerosas oficinas de farmacia pudieran dispensar a sus clientes el medicamento prescrito, informó el Colegio de Farmacéuticos de Málaga y comprobó in situ este periódico.

La situación generó tensiones y malestar tanto en los profesionales de las farmacias malagueñas como en los clientes, que tuvieron que marcharse a casa sin sus medicamentos o bien probar suerte en una nueva farmacia. Hubo de todo. Algunos titulares de farmacias hablaron de «caos», «descontento», «lentitud», «falta de previsión», mientras que otros con más suerte afirmaron que salvo algún percance puntual no registraron incidencias. Y es que algunas funcionaron con normalidad. El Colegio de Farmacéuticos indicó que entre el 30 y el 40% de las farmacias se vieron ayer afectadas por esta caída del sistema, que muchas de las oficinas tuvieron que actualizar esa misma mañana -ya que incluye nuevos campos para poder aplicar el copago-.

La explicación desde el Servicio Andaluz de Salud (SAS) fue que una actualización del sistema provocó una ralentización de la red -las farmacias acceden a este programa del SAS con los datos de cada usuario para poder aplicarles el copago y además tienen un nuevo software de gestión-. El caso es que muchas se quedaron completamente fuera de servicio desde las once de la mañana y hasta pasadas las dos de la tarde.

Además, independientemente de la aplicación informática, los farmacéuticos y el propio presidente del colegio profesional, Javier Tudela, criticaron el nuevo sistema de gestión de las recetas en papel, que obliga a introducir y rellenar un gran número de campos, lo que supone emplear un tiempo excesivo. De hecho, hubo clientes ayer que se negaron a esperar estos trámites y se marcharon sin su fármaco. El SAS informó de que el sistema quedó finalmente reestablecido.

En Andalucía existe una variante en la aplicación del copago frente a otras comunidades autónomas y es que no se cobrará a los pensionistas el 10% de su tratamiento, sino únicamente el tope correspondiente de 8, 18 o 60 euros, algo posible gracias a la receta electrónica que ya representa el 80% del total.

Javier Tudela indicó que la intención es que la receta papel llegue en pocos meses a ser residual y alcance tan sólo un 8% del total, extendiéndose y ampliándose la electrónica a más del 90% de las prescripciones.

El caso es que en otras comunidades el pensionista tendrá que abonar hasta el 10% de su tratamiento, por el que recibirá una factura que éste a su vez deberá solicitar al sistema para que le reembolse la diferencia respecto a su tope.

Los nuevos tramos. La población en general pagaba antes del nuevo decreto un 40% por los medicamentos y los pensionistas sin embargo no abonaban nada. Ahora los trabajadores con sueldo bruto anual de hasta 100.000 euros pasan de pagar el 40% al 50% del precio de los medicamentos; los empleados con sueldo bruto anual de más de 100.000 euros, pasan del 40% al 60%; los parados con prestación de desempleo del 40 al 50%; y, las personas desempleadas ahora obtendrán los fármacos gratis.

Los pensionistas son los más perjudicados por el cambio. Pagarán al mes un 10% de sus medicamentos, hasta un límite mensual de 8, 18 o 60 euros. Así, los jubilados con pensión anual no contributiva no pagaban y seguirán sin pagar; los que tienen pensión anual de hasta 18.000 euros no pagaban y ahora abonarán hasta un tope de 8 euros; y, los jubilados con pensión de más de 18.000 euros, no pagaban y ahora desembolsarán hasta 18 euros. Por último, los pensionistas con rentas superiores a los 100.000 euros abonarán el 60% hasta un límite de 60 euros al mes.

El copago, en cifras. El presidente del Colegio de Farmacéuticos de Málaga ofreció una primera estimación de lo que supondrá para los ciudadanos el nuevo copago. Así, indicó que en la provincia se estima que existen 236.050 pensionistas que tendrán que pagar un tope de 8 euros al mes; 53.355 que deberán abonar 18 euros al mes; y, 768 con 60 euros. En cuanto a los trabajadores en activo, afirmó que éstos son 215.049.

Los cálculos del colegio arrojan que los trabajadores en activo de la provincia aportarán con los cambios 900.000 euros más al mes y los pensionistas -una media de 6 euros de gasto- un global de 2,3 millones de euros al mes. De esta forma, el copago supondrá unos ingresos extras a las arcas públicas de 3,2 millones de euros al mes y 38,4 al año. Si a esto se le suma el medicamentazo -dejarán de estar financiados en agosto 425 fármacos- con una cifra en la provincia inicial de 1,2 millones (360.000 euros al mes de activos y 850.000 de pensionistas), la cifra global al año será de 4,4 millones.

Tudela, junto a asociaciones de consumidores, rechazó el medicamentazo y dijo que se trabajará para que se modifique este listado y atienda a criterios clínicos. Facua está ya recogiendo firmas a través de su página web en este sentido. Así, vaticinaron que habrá una desviación en la prescripción (el médico buscará alternativas) y que los laboratorios podrían subir los precios de medicamentos que queden fuera.