Los pequeños comerciantes se niegan a abrir los domingos y festivos. No sólo es que no les sea rentable, sino que están convencidos de que sumarían pérdidas. Así que rechazan tajantemente la propuesta de liberalización horaria del Gobierno, que pretende forzar a los ayuntamientos de catorce ciudades turísticas españolas, entre ellas Málaga, a estar abiertos todos los días de la semana.

El presidente de la Federación del Comercio de Málaga (Fecoma), Enrique Gil, está en «absoluto desacuerdo» con esta medida de garantizar la libertad horaria en las zonas de mayor afluencia de visitantes. Asegura que el primer obstáculo que se encontrarían los empresarios estaría en la contratación ya que el convenio colectivo del sector es muy estricto. «Cuando se ha planteado a los sindicatos negociar y abrir los domingos la respuesta es rotunda: el empleado debe ganar un 175% más de su sueldo por ese día trabajo y tener dos de descanso durante la semana», señala el presidente de los comerciantes malagueños para explicar por qué les resultaría inviable contratar a personal para trabajar los domingos.

«Otra opción sería que abriera el autónomo, pero es imposible trabajar todos los días de la semana, todas las semanas del año», añade Gil, que recuerda que un reciente estudio de Fecoma revelaba que sólo el 13,7% de los comerciantes estaría dispuesto a abrir los festivos. Y sólo el 9% abre, en virtud de la actual legislación, que se lo permite a aquellas tiendas que con menos de 300 metros cuadrados y que no formen parte de cadenas de marca. «Lo que demuestra a las claras que no resulta rentable. Si vendiéramos, tenga por seguro que abriríamos», añade.

Estos datos se completaban con el sondeo realizado a los propios consumidores, en el que se desprendía que un 75% de los encuestados no consideraba necesario que el comercio minorista abriera los domingos y festivos.

Según Fecoma, la propuesta de liberalizar los horarios sólo responde al interés por favorecer a las «grandes operadoras» en detrimento del comercio tradicional.

El secretario general de la Confederación Empresarial de Comercio de Andalucía (CECA), José Guerrero, pidió ayer a la Junta de Andalucía que recurra esta normativa que prepara el Gobierno, ya que invade competencias de la comunidad autónoma.

Guerrero defiende el mantenimiento del actual marco de horarios, consensuado por todo el sector en Andalucía, y que limita la apertura en domingos y festivos en ocho al año y que ahora el Gobierno propone aumentar a diez, así como liberalizar los horarios en zonas de afluencia turística. El dirigente de la CECA considera que esta medida «sólo beneficia a un formato comercial, que son los grandes, y perjudica al pequeño comercio».

Impacto sobre las pymes. Por su parte, el consejero andaluz de Turismo y Comercio, Rafael Rodríguez, también rechaza la liberalización de horarios comerciales por su impacto sobre las pymes y el empleo, y ayer defendió el modelo andaluz, basado en el «consenso» con los agentes sociales y económicos.

Rodríguez considera además que la ampliación de los horarios comerciales no va a hacer que aumente el consumo. Según el consejero, incrementar de 72 a 90 las horas semanales de apertura y de ocho a diez el mínimo de festivos autorizados tendrá un «impacto negativo» sobre las pymes del sector y sobre el empleo.

Para el responsable de Turismo y Comercio, el modelo andaluz ha consolidado un comercio urbano que «permite el equilibrio entre todos los formatos», ya que la liberalización «no aumenta el consumo, sino que traslada las compras del comercio de proximidad hacia los grandes distribuidores», avanzó en un comunicado, aunque hoy ampliará los motivos de su negativa en una rueda de prensa.

La Ley de Comercio Interior de Andalucía autoriza la apertura en un máximo de ocho festivos y domingos al año y de 72 horas semanales. Además, fija un régimen de libertad horaria para los locales de menos de 300 metros cuadrados, tiendas de conveniencia y establecimientos de estaciones y aeropuertos, al tiempo que dispensa de la restricción determinados periodos de las zonas declaradas de gran afluencia turística.

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, no es de esta opinión. Ayer se mostraba partidario de las medidas anunciadas por el Gobierno central para la liberalización de los horarios comerciales pues, a su juicio, de esta manera «crearemos riqueza, que es de lo que se trata».

«Ésta es una oportunidad de riqueza y en este país hay que aprovechar las oportunidades de riqueza», manifestó el regidor quien aboga por «ir avanzando siempre con consenso», al tiempo que ha animado a que los empresarios «sean ambiciosos en esta materia».

Desde su punto de vista, «es positivo que, motivado por la crisis, en España, un país turístico importante, pensemos en la cantidad de turistas que recibe y que se vea la manera de que éstos gasten el máximo de dinero».