Cuarta jornada del copago de medicamentos y, aunque ayer se mantuvieron los problemas en el sistema informático del SAS dificultando a las farmacias la dispensación de fármacos, poco a poco y a lo largo de los días va mejorando el funcionamiento. Así lo manifestó ayer a este periódico el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Málaga, Javier Tudela.

«Hay dificultades, sí, pero las incidencias se están resolviendo. De hecho, ya el pasado martes se registraron 40.000 dispensaciones de forma electrónica y tan sólo 198 caídas masivas del sistema, es decir, que esas farmacias no pudieron acceder al programa y tuvieron que realizar la operación de forma manual. Pero 198 de 40.000 creo que no es significativo», se mostró optimista el portavoz del colectivo.

«Se mantienen los problemas», insistió no obstante. Tudela recordó que se trata del programa ya existente anteriormente al que acceden tanto los médicos de Atención Primaria, como el SAS como los farmacéuticos, cuyos datos se están actualizando para poder atender a los nueve millones de usuarios del sistema a la vez, a lo que se suman las dudas de los propios farmacéuticos, que apenas han tenido tiempo de ponerse al día con el nuevo software.

«Esto es consecuencia de la premura del consejo territorial de salud y del Gobierno central, que ha puesto en marcha el copago sin ofrecer la posibilidad de un pilotaje y rodaje previo que hubiese evitado muchas molestias y más en un tiempo en el que aumentan los turistas y los profesionales empiezan a irse de vacaciones», explicó.

Solución en pocos días. Javier Tudela afirmó que le consta que el SAS trabaja las 24 horas en perfilar los últimos flecos del sistema y en solventar los pequeños problemas que, según dijo, quedarán resueltos en unos días.

El Colegio de Farmacéuticos ha habilitado ante las caídas masivas del sistema un call center, de forma que el farmacéutico puede llamar o también realizar los trámites a través de la página web y ejecutar la operación. «Es más lento, más engorroso, pero ningún ciudadano que quiera y necesite su medicamento se va sin su fármaco, eso me gustaría dejarlo claro», señaló Tudela.

El presidente de la institución colegial también subrayó que estas «molestias» e incidencias se están asumiendo con el único objeto de beneficiar al usuario, ya que es precisamente este programa de la receta electrónica o receta XXI el que permite que al pensionista se le cobre tan sólo el tope establecido por el Gobierno central de 8, 18 o 60 euros, y no el 10% del total del tratamiento durante seis meses -como ocurre en otras comunidades autónomas-, de forma que después el usuario tenga que reclamar a la administración la diferencia hasta su tope.

El copago farmacéutico entró en vigor el pasado 1 de julio y la principal novedad es que los pensionistas tienen que pagar por primera vez por sus fármacos.