Málaga es desde ayer, y hasta mañana, la capital de la biodiversidad marina con la celebración del Tercer Encuentro del Programa de Acción Estratégico para la Conservación de la Diversidad Biológica en el Mediterráneo del Convenio de Barcelona, que fue inaugurado por el alcalde de la localidad, Francisco de la Torre. Durante las tres jornadas, los 22 países adheridos al convenio, entre los que figura España, tratarán diversos puntos que buscarán la conservación y recuperación del medio marino.

«Los peligros que corre el Mediterráneo son múltiples» asegura Daniel Cebrián, oficial de Acción Estratégica del programa de Naciones Unidas en el Medio Ambiente. Hay que conseguir una mayor sensibilidad para la conservación, «somos millones de habitantes en la costa mediterránea y no podemos dejar a libre albedrío qué se hace con los recursos del planeta porque después vendrán otras generaciones», afirma.

Para mirar por el futuro de nuestro mar uno de los puntos más importantes que se tratarán en esta cumbre serán los avances realizados en el proyecto de implementación de Zonas Especialmente Protegidas de Importancia para el Mediterráneo más allá de la jurisdicción nacional. Hasta la fecha se han identificado diez áreas prioritarias que podrían tener sitios candidatos para esta zona, en ellas se encuentran el Mar de Alborán, el Golfo de León y las Baleares.

Para el Ministerio de Medio Ambiente la reunión es «especialmente importante», asegura José Luis Buceta, director técnico de la División de la Protección del Mar del Ministerio. Considerando que la gobernanza medioambiental en el Mediterráneo, al ser con países del sur, acercaría posturas a cómo se está haciendo en el Atlántico, donde los acuerdos son entre países europeos.

Aumenta el riesgo. Por otra parte, cabe destacar la presentación, en el día de ayer, de un informe que alerta sobre el estado de conservación de los mamíferos y tortuga marinas que habitan en el Mar Mediterráneo.

De él se extrae que, por primera vez, los cetáceos que habitan en el Mediterráneo presentan un grado mayor de peligro de extinción en comparación con su posición global.

De las nueve especies de mamíferos marinos, compuestas por 8 cetáceos y la foca monje, evaluadas utilizando los criterios de la lista roja de la UICN, seis están amenazadas de peligro de extinción, entre ellas la foca monje del Mediterráneo, el cachalote y el delfín común. Una razón más para que el Convenio de Barcelona llegue a buen puerto.

«Esta compilación, influyendo ilustraciones y mapas de distribución, debe dar a los gobiernos, activistas ambientales y todos aquellos interesados en la biodiversidad del Mediterráneo un punto de partida para identificar y decidir cómo y dónde asignar los limitados recursos para restaurar y prevenir un daño adicional a los ecosistemas marinos y a las especies que todavía están, literalmente, en peligro de extinción», afirma Maria del Mar Otero, técnico del Programa Marino de UICN.