La defensa de Montserrat Corulla aseguró ayer que ésta, considerada testaferro de Juan Antonio Roca en Madrid, jamás ocultó al exasesor de Urbanismo de Marbella tras una sociedad mercantil.

El letrado aclaró que la abogada jamás «ostentó participaciones sociales en las empresas del señor Roca», y afirmó que sus actos son «jurídicamente neutros». El fiscal considera que la letrada compraba palacios en Madrid para rehabilitarlos y convertirlos en hoteles para el exasesor de Urbanismo, por lo que la acusa de blanqueo de capitales.

Aseguró además que en este asunto ha habido «un exceso de acusación», de tal forma que Corulla pasó a ser una testaferro principal de la organización de Roca, en un principio, a convertirse luego en un personaje secundario, por lo que pidió el abogado una sentencia justa y la absolución de Corulla, cuya vida privada quedó al descubierto en el caso Malaya, especialmente por las conversaciones subidas de tono que mantuvo presuntamente con un político del PP.

Por otro lado, la exalcaldesa de Marbella, Marisol Yagüe, lleva varias sesiones de la vista oral del caso Malaya, contra la corrupción, sin comparecer debido a un agravamiento de la depresión que padece desde finales de los 90.

Desde hace unas semanas, cuando se acercaba el alegato final de su defensa, la exregidora comenzó a sentirse peor y aunque ella intentó no comunicarlo, su entorno más cercano pudo comprobar el empeoramiento paulatino de su depresión. Yagüe, que está en tratamiento desde hace años por esta enfermedad, fue examinada por facultativos médicos que aconsejaron que no comparezca a la vista oral, por lo que su abogado ha presentado al Tribunal que la juzga un certificado médico donde certifica su patología.

La depresión que padece la exalcaldesa es una enfermedad hereditaria que afecta también a otros miembros de su familia y que tiene diferentes fases según su estado anímico y las preocupaciones. Esta afección fue uno de los principales argumentos alegados por su letrado para solicitar su puesta en libertad.