La consejera de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía, Elena Cortés (IU), hizo ayer su primera visita institucional a Málaga para participar en la comisión mixta de seguimiento de la obra del metro, en la que también participa el alcalde, Francisco de la Torre (PP). Lo cierto es que, antes de la reunión, dio una nueva mala noticia a los ciudadanos: retrasó por tercera vez la puesta en servicio de las líneas 1 y 2 del suburbano, y sólo hasta la estación María Zambrano, a finales de 2013; no dio fechas para concluir el tramo que acaba en el Río Guadalmedina, y no se comprometió a nada en relación con el último trazado, el más simbólico y complejo, que acabaría en La Malagueta.

Cortés quiso dejar clara «la voluntad, el compromiso y apuesta firme» de la Junta con el metro, «la obra pública más importante de Andalucía». El tramo que acaba en María Zambrano, la célebre cicatriz en forma de «V», une la estación ferroviaria con el Palacio de los Deportes Martín Carpena (línea 1) y con la Universidad (2). Este trazado está ejecutado al 84% y será usado por 12 millones de usuarios al año.

Las obras «continúan y continuarán», dijo, pero recordó que «más ajuste es igual a menos metro». El tramo que une María Zambrano con El Corte Inglés y el Guadalmedina no tiene fecha de finalización, aunque hay reservados 57 millones de euros para realizar la estructura –el túnel–. Por cierto, parte de ese montante servirá para concluir también las líneas 1 y 2. Sin embargo, falta financiación para acabarlo con el objetivo de ponerlo en marcha. El dinero sale del establecimiento de prioridades. Y no tiene fecha.

La consejera también se refirió a la zona de Callejones del Perchel, que pertenece al tramo del Guadalmedina, y en la que los 34 meses de obras han causados pérdidas millonarias a los comerciantes y multitud de molestias a los vecinos. De hecho, los trabajos se han reiniciado tras un mes y medio de paralización por falta de dinero, aunque se han retomado sólo las catas arqueológicas.

Vecinos y comerciantes se apostaron frente a la Delegación del Gobierno andaluz para recordarle a la consejera su problema y pidieron, de forma vehemente, que los trabajos tomen velocidad de crucero. La titular de Fomento les atendió, y en rueda de prensa dio el titular: la normalización del comercio en la zona, es decir, el acceso a las tiendas, se recobrará antes de la campaña de Navidad; la reurbanización y apertura al tráfico, en marzo o abril. Los trabajos, sin embargo, seguirán bajo tierra (están al 50%). Cada día, treinta operarios se emplean en la zona, y a final de año serán 200, llegando a 400 en 2013 para acabar el túnel.

En relación al tramo más simbólico del suburbano, el que llega a La Malagueta, cuya licitación se previó para principios de 2012, no quiso pronunciarse. O si lo hizo, utilizó una expresión abierta a la interpretación del interlocutor: «No voy asumir ningún compromiso que no tengamos una expectativa razonable de cumplir».

La fecha de puesta en servicio del metro se ha retrasado ya tres veces: desde el inicial y hoy lejano febrero de 2009, pasando por el 11 de noviembre de 2011, hasta febrero de 2013, ahora anulada.

En una intervención muy dura contra los ajustes del Gobierno del PP, también recordó que ya se ha abierto al tráfico la zona de Juan XXIII, y en breve lo hará la calle Cómpeta, antes de Feria.

El alcalde de Málaga, que asistió al a comisión, también compareció por la tarde en un tono conciliador en el que repitió las palabras lealtad y comprensión, que horas antes verbalizó la consejera. Parece que quieren empezar el baile institucional con buen pie.

En este sentido, el regidor se mostró «comprensivo» con el retraso en la fecha de las obras. «Entendemos que debemos adaptarnos al ritmo de las obras y al problema de la situación económica general». Valoró el encuentro con la consejera, y dijo esperar que los plazos dados por la titular de Fomento «se cumplan».

En relación a Callejones del Perchel precisó que se ha pedido que se deje el mayor espacio posible entre los comercios y las vallas, y consideró que la zona se puede abrir al tráfico en fases (en la zona de la plaza de la Solidaridad y calle la Serna). «Hay voluntad de cumplir esos plazos y esperemos que se cumplan», indicó, además de insistir en que estará vigilante para que la reducción del ritmo del proyecto sea similar al que se aplica a otras infraestructuras andaluzas.

También deseó que se busque financiación, lo que falta, para el tramo hasta el Guadalmedina –sólo hay para hacer el túnel–. «Seremos muy exigentes en que la obra se termine, pero a la vez habremos de comportarnos de forma realista y comprensiva». En relación a este tramo, también hizo hincapié en que esa zona tenga continuidad, por ejemplo en relación a las cotas, con el tramo de la Alameda, ahora mismo una utopía. Por último, el regidor anunció que han llegado a un entendimiento para hacer un estudio ferroviario y de tráfico para ver cómo interrelacionar el metro con otros medios de transporte como el Cercanías.