La Asociación de Vecinos Centro Antiguo de Málaga confía en que las medidas adoptadas por el Ayuntamiento eviten que la Feria del Centro de este año, que tendrá lugar del 11 al 19 de agosto, se convierta de nuevo en «un gran botellón», pero muestra su cautela porque «después de tantos años permitiéndolo todo, ahora es muy difícil encauzar la situación».

Así lo expresó la presidenta de esta asociación, María José Soria, quien, no obstante, espera que, «finalmente, nos llevemos una gran sorpresa». En este punto, incidió en que los residentes son «los grandes perjudicados», recordando «la situación espantosa e intolerable» que se vivió en la Feria de 2011 por los efectos negativos del botellón y que llevó a un grupo de vecinos y comerciantes del entorno de la calle Císter a presentar en el juzgado una denuncia criticando la «pasividad» del Consistorio para solucionar este problema.

«Hasta que las medidas no se pongan en práctica no podemos decir que sean malas, pero hay que reconocer que es muy difícil el cambio y evitar que acabe habiendo esas concentraciones de personas en tres calles del Centro Histórico, sobre todo cuando se amplía el horario de la música», señaló la representante vecinal.

Precisamente, Soria, quien lamentó que, a diferencia de otros años, en esta ocasión la única reunión que representantes municipales han mantenido con ellos antes de la Feria haya sido a petición del propio colectivo, criticó que el Ayuntamiento no haya contado con los vecinos a la hora de decidir la ampliación hasta las siete de la tarde del horario de la música en el centro.

Conseguir que la música se cortara a las seis de la tarde fue una reivindicación tremenda que nos costó mucho y ahora nos enteramos por los medios de comunicación de que se amplía una hora», manifestó. No obstante, dijo que darán «un voto de confianza» al Ayuntamiento, recordando al concejal de Cultura, Turismo y Deporte, Damián Caneda, su compromiso de «volver al mismo horario si esta medida no tiene los efectos positivos perseguidos».

Limpieza En cuanto a la limpieza, aplaudió que en esta ocasión se vaya a optar, como vienen reclamando desde hace años, por empezar a limpiar desde la plaza de la Merced y terminar en la de la Marina, de manera que no haya botellones en espacios como la plaza de Mitjana, Casapalma, Comedias, Beatas o Ramón Franquelo.

Finalmente, advirtió de los problemas que la Feria conlleva para los comercios del Centro, que «tienen que cerrar» durante estos días, y para los vecinos, que «nos tenemos que ir en esa semana por obligación porque no podemos ni entrar en nuestras casas».

La nueva zona de la juventud va tomando forma La representante de los vecinos del centro también valoró otras medidas como la eliminación de las barras de alcance en el Centro Histórico, ocupar espacios con distintas actividades para evitar que haya botellones, el aumento del control para impedir la venta de alcohol en sitios no autorizados o el traslado a la plaza de Fray Alonso de Santo Tomás la zona de la juventud. Precisamente, el Ayuntamiento ya está colocando las carpas en este enclave.