­«¿Eso es magia?», preguntó uno de los niños que atendía mientras un monitor mostraba a través de un experimento las diferencias entre el agua salada y dulce. Así son los más pequeños que participaban en la quinta edición del Laboratorio Marino Itinerante que se celebró ayer en la reconocida playa de La Misericordia. Algunos menos inocentes se atrevieron a decir que el aceite girasol que flota en el agua es cerveza San Miguel, pero lo importante, como en cualquier competición, es participar en esta cita con el medio acuático que tenía el fin de hacer hincapié en la importancia de respetar a las especies más vulnerables que habitan en el rompeolas.

Cangrejos, lapas, búsanos, cañaillas... Son los seres que más sufren las actividades cotidianas propias de la estación y es que jugar con rastrillos y cubos o el entretenimiento de pasar el tiempo mientras se coge algún ejemplar, aunque sea para luego soltarlo, son sus peores enemigos y las consecuencias al final del verano son visibles. Hasta un veinte por ciento disminuyeron el número de ejemplares que habitan en esta determinada zona en 2011 en las costas malagueñas, según detalló el biólogo del Aula del Mar Juan Jesús Martín, entidad que organiza la iniciativa junto a la colaboración de la Fundación Unicaja.

Para comprender la importancia que tiene respetar al medio y los seres que habitan en él, Juan Jesús Martín explicó que existe un tipo de lapa, concretamente la Patella ferrugínea, que se encuentra en peligro de extinción y solo hay una veintena de ejemplares en las costas de Málaga. La situación de este ser vivo es la misma que el lince, pero con una diferencia, que la lapa no es tan llamativa a los ojos del ciudadano, de ahí la necesidad de concienciar tanto a residentes como a turistas de respetar el medio marino.

Identificar a los invertebrados y mostrar las necesidades físico-químicas que requieren estos seres vivos para desarrollar su actividad con normalidad, además de un sinfín de experimentos para conocer las características del mar, son la base de esta actividad que acogió a lo largo de la jornada de ayer unas 500 personas y tiene su próxima cita el día 6 en Fuengirola, desde las once de la mañana y hasta las tres de la tarde, a la que se estima que acudirán también alrededor de 500 personas, según informó la concejala del área de Playas del Ayuntamiento de Málaga, Teresa Porras.

No hay un perfil determinado para estas actividades, que se celebran todos los veranos y desde hace un lustro en las playas del mar de Alborán que conforman las costas malagueñas. Desde los más pequeños en grupos, que aprovechan las vacaciones para pasar el día en la playa y, a su vez, conocer el entorno que les rodea y la necesidad de cuidarlo hasta padres e incluso abuelos que acompañan a los más inquietos de la familia a ver qué sucede y ya se quedan para conocer, a través de un lenguaje sencillo y de manera lúdica y amena, el ecosistema que habita en silencio a escasos metros de la orilla y que entre todos debemos conservar.

Mayor conciencia ante los residuos y basuras de las playas. En la misma línea de concienciar sobre la necesidad de cuidar el medio ambiente y, en concreto, el marino, el próximo jueves y viernes en las playas de Huelin y Guadalmedina, respectivamente, se celebrará la sexta edición de la campaña sobre residuos en las playas.

Son muchos los peligros que arrastra tirar una simple colilla o bolsa de plástico al mar y que perjudica seriamente al entorno y sus seres vivos. Juan Jesús Martín, biólogo del Aula del Mar, expresó a los medios que en más de una ocasión han encontrado a tortugas marinas que no han podido sobrevivir tras engullir bolsas que confunden -por su parecido- con las medusas y han llegado a ver ejemplares que tenían en su interior más de un kilogramo de plástico.

El descuido de algunos, la dejadez de otros e incluso los residuos procedentes de viviendas o barcos son el motivo de este problema, que abarcarán con talleres de reciclaje de residuos y más actividades. m. soler málaga