Los cierres de camas y los recortes de personal se están dejando notar durante el periodo estival en el Hospital Clínico de Málaga. Sólo en el mes de julio se dispone de 180 camas menos, lo que provoca que haya pacientes que tengan que esperar hasta 72 horas para ser encamados, las urgencia se han visto saturadas y las contrataciones de enfermeros se han reducido en más de un 20% con respecto al mismo periodo de 2011.

La situación en la zona de urgencias del Clínico es de «saturación», apunta el delegado del Sindicato Médico en el Hospital Clínico, Daniel Fernández. Durante este mes la afluencia en urgencias superó las quinientas personas por día, sin embargo, Daniel Fernández señala una «falta de previsiones» a la hora de sustituir personal, sin haber cubierto las vacaciones de los facultativos, ni las bajas. Además, por las tardes se ha reducido el número de médicos, por lo que hay menos efectivos para atender a los pacientes.

Y la situación puede empeorar desde hoy, día en el que se cumplen los contratos de quince facultativos y «su continuidad no está garantizada», recuerda el enlace sindical. De hecho la representante de UGT en el Clínico, Susana García, asegura que a «una rehabilitadora no se le va a renovar», por lo que el personal seguirá disminuyendo.

A esta reducción hay que sumar la de los enfermeros, con una caída superior al 20% en las contrataciones de verano . «Hay servicios de guardia en los que en lugar de haber dos enfermeros sólo hay uno», apunta el delegado de Satse, Eugenio Pérez. «Una enfermera que tiene que atender a 15 pacientes no puede atender a treinta» porque se dobla el trabajo y no se da abasto, argumenta Pérez, que afirma que «eso es lo que está ocurriendo por las noches». Además, a partir de agosto se eliminaran dos jefes de bloque y 4 supervisores, «lo que supone que eliminan cargos medios».

Todos estos casos están repercutiendo en los pacientes, que ven alargado el tiempo de espera para ser atendidos en urgencias, pero además existe el problema de las camas. Con 180 camas menos, que pueden llegar a las 22o en agosto, en estos momentos «hay 9 pacientes en observación esperando a ser subidos a planta» por falta de espacio, asegura Daniel Fernández, y hay casos en los que los pacientes llevan 72 horas en urgencias sin poder ser visitados por sus familias. Emplazados en una zona donde no pueden estar cómodos y entorpecen la labor.

Por otra parte, las previsiones no mejoran para agosto. Aunque es difícil cuantificar, los sindicatos recuerdan que la población de la ciudad es flotante y aumentará debido a los veraneantes que vendrán a disfrutar de las playas y la feria. Eugenio Pérez recomienda que las personas que acudan al hospital «sean pacientes y respetuosos con los trabajadores», dado que no son los responsables de la situación y «sin medios ni plantilla será muy difícil».

Más estabilidad. Mientras, en el Hospital Carlos Haya la actividad transcurre con normalidad porque las contrataciones y renovaciones «se están respetando» confirma el presidente de la Junta de Personal de CCOO en el Hospital Carlos Haya, Juan Antonio Torres, que prevé que la situación empeorará a partir de «septiembre u octubre», con la ampliación de la jornada laboral a 37 horas y media semanales.

Por último, los centros de atención primaria sufren las consecuencias de no haber contratado a facultativos para cubrir los periodos de vacaciones, además de cerrar por las tardes. Desde UGT apuntan que la demora en las citas en los centros más concurridos de la costa es de hasta tres días y los retrasos en las salas de espera llegan a ser de una hora. A lo que hay que añadir la tardanza en pruebas como las analíticas, llegando al punto de que el paciente puede tener la cita con el especialista y las pruebas no estar listas, repercutiendo en el servicio al paciente.