Ya ha llegado agosto, el mes vacacional por excelencia en España, que muchos señalan con un rojo festivo en sus calendarios. Decir agosto suena a vacaciones, a maletas, a playa, a piscinas, a fiestas, a descanso, a noches más largas de lo habitual y a días en los que el sonido del despertador se borra temporalmente de la mente de los que, afortunadamente, tienen vacaciones porque también tienen un trabajo donde volverán cuando acaben sus días de disfrute. Y es que aunque la crisis nos haga apretarnos el cinturón, a todos nos gusta darnos una escapada y, si no puede ser un destino exótico, nos valen los más cercanos e, incluso, el aprovechar la hospitalidad que nos brindan los familiares porque lo importante es cambiar de aires y cargar las pilas para la vuelta.

Pero igual que los ciudadanos esperan sus vacaciones, los empresarios turísticos esperan su llegada para hacer caja en sus establecimientos, cajas que con la crisis están más vacías de lo habitual y que necesitan del empuje que les dan estos meses para mantenerse durante el resto del año.

La Costa del Sol ha sido y es uno de los destinos más deseados a la hora de decidirse por un lugar de vacaciones. De hecho, el año pasado el verano (junio,julio y agosto) trajo a 4,8 millones de turistas, que generaron 59 millones de pernoctaciones y un impacto económico directo de 3.470 millones de euros, según el balance del Patronato de Turismo de la Costa del Sol. La estancia media se situó en 12,2 días, un día menos que en el mismo periodo del año anterior.

Asimismo, el pasado verano destacó por un aumento del peso del mercado nacional, que representó el 52,84 por ciento del total, frente al 47,16 por ciento de extranjeros.

El patronato ha previsto que este año la Costa del Sol recibirá un tres por ciento más de turistas en verano, aunque en esta ocasión acortarán su estancia y gastarán menos, con lo que los ingresos por turismo se reducirán en torno a un 10 por ciento, situándose en los tres mil millones de euros.

Así, avanzaron que prevén que el turismo internacional tire de la demanda, con un aumento del cinco por ciento, mientras que el nacional registrará un incremento del uno por ciento.

En total, se esperan 4,94 millones de turistas en esta zona, que pasarán una media de once días en el destino y generarán 54,4 millones de pernoctaciones.

Por su parte, los hoteleros preveían a mediados de julio que la ocupación de sus establecimientos sería de 79 por ciento, cinco puntos menos que el verano anterior, previsiones que a estas alturas no se han modificado, según precisó el presidente de la Asociación de Empresarios Hoterleros de la Costa del Sol (Aehcos), José Carlos Escribano, quien manifestó que «no ha habido ningún cambio de tendencia para que podamos pensar que puede variar».

A pesar de ello, se mostró esperanzado en las decisiones de última hora de los turistas nacionales, que suelen tener vacaciones en agosto, cuya reacción «es la que puede empatar el partido». Con respecto al mes de julio, Escribano expuso que se cierra con un leve descenso con respecto al mismo mes de 2011.

Operación salida. El cambio de mes y de quincena en verano hace que se generen multitud de desplazamientos en torno a los destinos vacacionales, tanto en las carreteras, como en las estaciones de tren y aeropuertos.

La operación a operación especial de tráfico ‘Primero de agosto 2012’, que se inició ayer a las 15.00 horas y que finalizará a las 24.00 horas de hoy, moverá en las carreteras malagueñas y el resto de Andalucía Oriental 235.000 desplazamientos de largo recorrido.

Por otro lado, en el aeródromo malagueño ayer la llegada de turistas era constante. Caras de cansancio y a la vez de ilusión por el comienzo de las vacaciones, un ir y venir de carritos portaequipajes, numerosos transportistas esperando a los pasajeros para recogerles y llevarlos hasta su destino, taxistas,... Y es que entre ayer y hoy, el aeropuerto tiene programados 653 vuelos, lo que lo coloca en cuarta posición a nivel nacional tras el de Madrid-Barajas, Barcelona-El Prat y Palma de Mallorca.

Jenny Rodríguez, que llegó acompañada de su madre, vino a España desde Canadá. Su destino inicial era Barcelona, pero le recomendaron que hiciesen escala en la Costa del Sol antes de volver a su país y han decidido coger la maleta y venirse a la aventura.

La fiesta y las playas han motivado la elección de un grupo de jóvenes que llegaron procedentes de la ciudad italiana de Bérgamo. La parisina Luci Morera lleva viniendo atraída por los encantos de Marbella 17 años. En definitiva, el objetivo de todos es disfrutar, que para eso son las vacaciones.