Después de años de leyenda negra y en plena recesión económica, Málaga se adentra en 2012 con un balance de seguridad repleto de claroscuros. De un lado, desciende el volumen general de delitos y, del otro, aumentan los más violentos y, además, a un ritmo mucho más abultado que en el conjunto de España y de Andalucía. Según datos del Ministerio del Interior, la provincia zanjó la primera mitad del año con un cómputo siniestro en robos con fuerza en viviendas y, sobre todo, en homicidios, con un total de 12 asesinatos, un 50 por ciento más que en el mismo periodo del anterior ejercicio. Casi dos muertes violentas cada dos semanas.

La cifra, que supera en seis muertes la de 2011, es la cuarta más alta del país. Únicamente Barcelona (27), Madrid (17) y Valencia (15), demarcaciones, todas ellas, con mayor peso demográfico, registran más homicidios. En lo que va de año, el recuento resulta, por tanto, escalofriante en la provincia, que acumula ya casi un tercio de los casos que se producen en Andalucía, donde la tendencia, pese a la marca de Málaga, es a la baja, con una caída de 5 puntos-de 40 a 38 muertes- respecto al año pasado.

El aumento de los asesinatos coincide, además, con la subida de los robos con violencia en domicilios, si bien, en este caso, el ministerio se ampara en la nueva estadística, que agrupa por primera vez en este apartado a los delitos cometidos garajes, trasteros o zonas comunes. Al margen de la sutileza, la cifra es, no obstante, soberanamente alta; en Málaga, en el primer semestre, se produjeron 2.323 asaltos de este tipo, lo que significa 211 más (un diez por ciento) que en 2011. Otro tanto ocurre con las sustracciones de vehículos que, aunque disminuyeron un nada despreciable 17,9 por ciento, suman 1.442 expedientes, toda una flota.

En la comparación con el resto del país, Málaga también tiene el dudoso privilegio de encabezar la lista de robos con violencia en domicilios. En concreto, ocupa el quinto puesto. El balance de este tipo de delitos y de los homicidios contrasta, sin embargo, con las infracciones penales relacionadas con las drogas, que caen un 1,6 por ciento. De acuerdo con Interior, la provincia saldó el semestre con 381 casos de tráfico de estupefacientes mientras que en Andalucía y en España se detectó una subida de 9 y 2,2 puntos, respectivamente.

A nivel general, Málaga ha moderado su tasa de delincuencia, al pasar de 48.892 a 46.513 a delitos. La evolución es positiva en el aspecto cuantitativo, aunque no se pude hacer una lectura, ni mucho menos eufórica si se tiene en cuenta el resultado en lo que respecta a las variantes más agresivos. Los datos policiales indican que más de 2.300 familias de la provincia han sufrido en los últimos meses un robo con fuerza en sus propiedades.

En cuanto a los asesinatos, el segundo trimestre ha resultado, incluso, más virulento que el primero, en el que se contaron cinco homicidios. Entre ellos el del abogado Salvador Andrés Reina, cuyo cuerpo fue encontrado en el maletero de su coche días después de su desaparición. En el periodo comprendido entre enero y marzo, sin embargo, Málaga rebasaba, incluso, a Madrid en esta modalidad delictiva, con cinco muertes. Incluidas las de violencia doméstica.