Estos días miles de personas visitan la Feria de Málaga, turistas nacionales y de otros países inundan las calles de la ciudad a ritmo de verdiales y cámara o cartojal en mano, según los gustos. Son muchos a los que le ha pillado por sorpresa la fiesta y asisten expectantes a la cita cultural. Es el caso de cientos de cruceristas que llegaron ayer al puerto de la ciudad, donde estuvieron desde las diez de la mañana hasta las ocho de la tarde. En total, 3.300 personas de diferentes países se concentraron por el casco histórico y disfrutaron unas horas de la Feria tras atracar el Grand Prince.

Es el caso de Caro Howard y Linda Walker, procedentes de Inglaterra y acompañadas de sus parejas, respectivamente. Estos cuatro amigos pisan por vez primera tierras malagueñas. Quedan encantados con la ciudad y como era de esperar, les sorprende ver cómo muchas mujeres pasan el día con el traje típico de flamenca. Comer, ir de compras, pasear por las calles y ver algún museo, si los tiempos lo permiten, son las cosas que quiere hacer durante su pequeña estancia.

Lo mismo le sucede a la familia inglesa a la que pertenece Katie Dobson. Viene con su marido su hija pequeña y sus suegros y aunque es la segunda vez que el matrimonio viene a Málaga nunca habían estado en plena feria. No hay tiempo para mucho, así que dar una vuelta por la ciudad, que aseguran que está muy bonita entre la vestimenta de algunos viandantes y la decoración, es lo principal durante estas horas.

Al americano y padre de familia John Georgews le sorprende lo grande que es la Feria a primera vista, y menciona el clima como algo «maravilloso». Le gustaría volver con su mujer y sus tres niños en otra ocasión e incluso resalta que uno de ellos estudia la lengua española. La limpieza es otra de las características que menciona sobre la ciudad que en breves hora abandonará para visitar su próximo destino; Barcelona.

La decoración, los vestidos de flamenca pero, sobre todo, los farolillos que no paraba de señalar Shu Khnum, fue una de las cosas que más le llamaron la atención. Viene de Londres con su madre, sus hermanas y sus sobrinos e irán a comer por algún bar de la zona. Asegura que le encantaría volver otra vez pero a pasar unos días.